Fuerte volatilidad en EE UU

Las elevadas expectativas creadas la semana pasada por el discurso de Greenspan finalmente se saldaban sin una definición clara. Tampoco acompañaban esta semana los indicadores macroeconómicos, que, si bien por un lado las ventas al por menor sorprendían alza, la producción industrial y el indicador de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan volvían a respaldar un escenario de fuerte desaceleración en el primer semestre del año, como, por otro lado, vienen descontando los mercados desde hace ya varias semanas. Junto a ello, los precios de producción sorprendían al alza, introduciendo nuevas dudas en el mercado acerca de la magnitud con la que la Reserva Federal decida bajar los tipos de interés en próximos meses.

En este escenario, volvían a ser los resultados empresariales los principales detonantes de los movimientos de las bolsas, donde el viernes el Nasdaq perdía la referencia de 2.400 potenciado por una caída superior al 5%. A pesar del comportamiento relativamente positivo experimentado a comienzos de semana, gracias al tirón provocado por las mejores expectativas de Ciena Corp., la semana cerraba con importantes caídas. Esta semana las noticias negativas venían de la mano de Nortel Networks y Dell, que, además de anunciar una probable disminución de los beneficios en el primer trimestre, hacían públicos planes de reducción de plantillas ante la evidente disminución de sus ventas. Por tanto, la elevada sensibilidad del mercado a la presentación de resultados de las empresas, junto con unos indicadores de precios industriales que podrían reducir la probabilidad de que se produzcan movimientos de política monetaria más agresivos, han introducido un elevado grado de volatilidad en los mercados.