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Tribuna:EURO | COYUNTURA INTERNACIONAL
Tribuna
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EE UU no arrastra a Europa

Sonsoles Castillo

La economía estadounidense ha empezado a desacelerarse más deprisa de lo previsto, lo que ha hecho temer una caída generalizada del nivel de actividad en otras economías. Pero este temor, al menos para Europa, no parece estar muy fundamentado. Las vías de contagio desde EE UU a la UEM son básicamente dos: la real y la financiera. La dependencia de la UEM respecto a EE UU por la vía comercial es limitada, fundamentalmente porque la UEM es una economía relativamente cerrada en cuanto a relaciones con terceros países se refiere. En promedio, más del 50% de los intercambios comerciales se producen intra-área. Así, aunque EE UU es, tras el Reino Unido, el segundo socio comercial (destino del 15% de las exportaciones extra-área), las exportaciones a este país apenas suponen el 2,3% del PIB de la UEM. De modo que una desaceleración de las exportaciones a EE UU en torno a seis puntos, apenas restaría algo más de una décima al crecimiento de la UEM. A partir del modelo BBVA-ARIES se estima que una desaceleración adicional de dos puntos en el crecimiento del resto de países de la OCDE tendría un impacto, retardado entre tres y cuatro trimestres, de dos décimas en el crecimiento de la UEM en 2001.

El enfriamiento de la economía estadounidense afectará de forma limitada a la UEM

Por el lado financiero, los dos canales de interconexión son los tipos de interés y los mercados de renta variable. La correlación entre los movimientos de los tipos de interés en Europa y EE UU, tanto a corto como a largo plazo, ha aumentado significativamente en los últimos años. Sin embargo, las contundentes bajadas de tipos en EE UU no parece que vayan a traducirse en bajadas en la UEM. En primer lugar, porque sus condiciones monetarias de partida son relajadas frente a la restricción en EE UU. En segundo lugar, porque su efectividad es menor, ya que el diagnóstico actual de los problemas de ambas economías es muy distinto, mientras en EE UU domina un choque negativo de demanda, la UEM tiene problemas propios más bien relacionados con la oferta. Así, se estima que una reducción de 100 puntos básicos en los tipos a corto en la UEM, manteniendo constante el resto de variables, apenas elevaría entre una y dos décimas el crecimiento en la UEM (en EE UU la misma bajada elevaría en seis décimas el crecimiento al cabo de un año). En cuanto a los mercados de renta variable, hay algunos factores que limitan el contagio. Primero, la corrección bursátil ha sido mucho más importante en EE UU. Segundo, el impacto sobre el consumo y sobre el crecimiento es muy inferior en la UEM. Lo limitado del impacto vendría explicado por la menor capitalización bursátil (88% sobre el PIB en la UEM frente al 190% de EE UU) y por la diferente composición de los activos financieros de las familias europeas respecto a las estadounidenses, las primeras mantienen un porcentaje en acciones muy inferior. En definitiva, la desaceleración en EE UU tendrá un impacto limitado en la UEM.

Sonsoles Castillo es economista del Servicio de Estudios del BBVA.

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