Vicente Peiró exhibe en Zarautz una selección de sus fotografías de viaje

Peiró es el heredero de una vocación viajera que nació con el mismo descubrimiento de la fotografía. De hecho, recuerda el director del Photomuseum, Leopoldo Zugaza, los primeros libros ilustrados con instantáneas, tras The Pencil of Nature, de Talbot, y los de Blanquart-Evrard, mostraron en sus páginas el paisaje de Asia Menor y de Egipto. Las cámaras no tardaron en llegar a los rincones más recónditos del mundo, bien para fotografiar el paisaje, la arquitectura, el trabajo o, como en el caso del artista logroñés, la personalidad de los individuos del lugar.

Vicente Peiró ofrece en el Photomuseum una única mirada para una triple exposición; recorre tres mundos, Cuba, Senegal y la India, a través de sus habitantes. Las 36 fotografías están perfectamente estudiadas para destacar la expresividad de los rostros. Peiró huye deliberadamente del color y recurre al blanco y negro para evitar que el visitante desvíe su mirada de los protagonistas.

'Me apasiona la expresión de la cara de un niño, la expresividad de los ojos, las arrugas de un viejo... Y en países como éstos, donde un sari o un turbante te atrapan por la fuerza de sus colores, opto por utilizar el blanco y negro'. Priman los primeros planos de la vida cotidiana, desde un anciano que toca la guitarra sentado en un banco de Santiago de Cuba, hasta el camarero de un bar de La Habana, o el niño que asoma la cabeza de un río de Senegal.

El fotógrafo no se detiene a retratar las miserias o grandezas de estos países, pero no puede evitar que el espectador las perciba. El retrato de un niño-pastor habla por sí solo sobre la explotación infantil o la escena de una familia que lava la ropa a la orilla de un río de la India despierta los ojos ante la miseria del Tercer Mundo. Por eso, Leopoldo Zugaza advierte de que la muestra supone 'un ejercicio de solidaridad en último término'.

Vicente Peiró Asensio, que ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas en salas de toda España y del extranjero, es un fotógrafo polifacético, especializado en trabajo de estudio, que no concibe la vida sin llevar una cámara. 'Todos los viajes que hago son de ocio fotográfico', asegura. 'Ni siquiera hago una inmersión submarina sin cámara. Es preferible cargar en vano a quedarse sin un instante irrepetible', añade.