La sorprendente carencia de instalaciones propias

Si se estableciera una asociación entre el número de éxitos deportivos y la posesión de instalaciones deportivas, la UPV sería, con toda probabilidad, la universidad europea que mayor productividad obtiene de sus infraestructuras, que en su caso no son mínimas. 'Son ínfimas', tal y como admite el responsable del Servicio de Deportes de la universidad pública, José Luis González. 'Hace diez años, nos hallábamos a cero, mejor dicho a medio punto sobre 10. Cero en Álava, cero en Guipúzcoa y medio punto en Vizcaya gracias a la pista de atletismo y a los dos frontones que se encuentran junto al campus de Leioa', informa.

A tan magra equipación se ha sumado en los últimos años el gimnasio disponible en el campus, donde acuden una media de 1.600 alumnos al mes. Pero ahí se acaba el listado de instalaciones deportivas de toda la Universidad del País Vasco. 'El problema con los equipamientos es algo exagerado. Sería bueno que los crearan. Y si no lo hacen, al menos podrían aumentar los convenios con clubes e instituciones para la utilización de sus instalaciones deportivas', reclama la esquiadora y doble medalla en los últimos Campeonatos de España para universitarios Naia Alzola.

Polideportivos en espera

Para tranquilidad de Alzola y de los miles de deportistas que estudian en la UPV, la precariedad va a terminar o, por lo menos, se va a paliar. De hecho, este año deberían comenzar las obras para la construcción en unos terrenos cercanos al campus de Leioa de un polideportivo. 'El proyecto está diseñado y la obra, adjudicada. Es más, tendría que estar acabado, pero se ha visto ralentizado por la aparición de problemas urbanísticos', señala el responsable del servicio de Deportes.

Según el proyecto pendiente de ejecución, los estudiantes del campus de Leioa dispondrán, gracias a los 725 millones provenientes del plan de adecuación del Gobierno vasco, de una superficie cubierta de 5.000 metros cuadrados donde se ubicarán tres gimnasios, cuatro vestuarios, dos campos de fútbol sala, un rocódromo, un aula de ajedrez, sala de reuniones y las oficinas del servicio, amén de la posibilidad de contar con un centro de medicina deportiva.

De tamaño más reducido, en concreto 3.700 metros cuadrados, será el polideportivo que se edificará en el campus de Ibaeta en San Sebastián, obra ésta que aún se halla en la fase de redacción de aspectos técnicos.

'Cuando dispongamos de estos equipamientos, a expensas de otras cuestiones pendientes, la universidad daría el respaldo definitivo al deporte, que reforzaría de esta forma su papel como centro de práctica deportiva, de valores, de integración y de autodesarrollo', prevé González.