Proyecto de escuela taller del Ateneo malagueño para restaurar su sede

El Ateneo de Málaga, que no hace aún un año inauguraba su actual sede, un edificio protegido del siglo XVI que ha sido convento de la compañía de Jesús, escuela naval, escuela de bellas artes y de artes y oficios de San Telmo, ha encontrado la fórmula para acometer los costes de su rehabilitación. Se trata de un proyecto de escuela taller, cifrado en 118 millones de pesetas que permitirá su restauración en dos años, según un diseño del arquitecto Carlos Hernández Pezzi.

La subvención del proyecto está pendiente de aprobación definitiva por parte del Inem, organismo que dará su veredicto a primeros de abril. Su aprobación permitirá, además de la restauración del hermoso y vetusto edificio -uno de los que en su día barajó la Junta como sede del Museo Picasso de Málaga- la formación de 40 alumnos en los oficios de albañilería, pintura de edificios, carpintería y electricidad básica.

Según el proyecto elaborado por Salvador Gómez, futuro coordinador de la escuela taller Ateneo de Málaga, las incorporaciones previstas de alumnos al mercado laboral tras el período inicial de formación de dos años -prorrogables a otros dos más- son del 70%, lo que supone que 28 de los 40 aprendices encontrarían empleo tras su paso por el Ateneo.

Pero siendo un más que estimable edificio, es quizá por haber acogido durante muchos años a la escuela de Artes y Oficios de San Telmo, lugar donde dio clases el padre de Pablo Picasso, José Ruiz Blasco y donde se supone que tuvo sus primeros contactos con los pinceles el pintor de niño, por lo que el valor mediático del Ateneo se multiplica.

Según el actual presidente del Ateneo de Málaga, el fiscal de la Audiencia Antonio Morales, se buscará integrar la visita a esta Aula Picasso a un futuro circuito turístico picassiano en Málaga para lo que se deben coordinar las administraciones.

'Lo principal será devolver a este aula el aspecto exacto que tuvo durante finales del XIX y principios del siglo pasado, con las lámparas, caballetes, estufas, escayolas y materiales originales de aquellas clases de dibujo, muchos de los cuales aún conservamos', añade Morales. Su idea es crear un espacio que 'destile la atmósfera de la infancia de Picasso'.

Desde que se trasladó a esta nueva sede, el Ateneo de Málaga, con poco menos de 40 años de historia, ha visto cómo se han multiplicado sus afiliaciones (ya supera los 500 socios) y las actividades.