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La Seguridad Social tuvo en 2000 un superávit de 300.000 millones

Con datos provisionales, Trabajo prevé que las cuentas de la Seguridad Social del año 2000 se van a cerrar con un superávit de más de 300.000 millones de pesetas, según la información facilitada ayer en Valencia por Gerardo Camps, secretario de Estado de la Seguridad Social. Ese excedente es continuación del superávit de 1999, que se situó en 249.000 millones de pesetas. Asimismo, Camps añadió que 'tenemos la credibilidad suficiente para suponer que en la liquidación del presupuesto de 2001 no se contabilizará un superávit inferior a los 384.000 millones de pesetas'.

Tras facilitar esos datos, Camps dijo que 'hoy el sistema de la Seguridad Social está mucho más saneado y estable que hace cinco años, y es la mejor garantía de que en años venideros se van a seguir percibiendo las pensiones'.

Ante el proceso de diálogo abierto, el responsable de la Seguridad Social reiteró que el Gobierno es partidario de prolongar la vida laboral más allá de la edad de jubilación a los 65 años y de contabilizar la totalidad de la actividad en el mercado de trabajo para calcular las pensiones.

Jubilación flexible

Los sindicatos afirmaron ayer que están dispuestos a discutir y aceptar ese plan del Gobierno, consistente en bonificar las cuotas sociales de quienes retrasen voluntariamente su jubilación, pero dentro de un 'concepto amplio de jubilación flexible'. Los negociadores de las centrales José Luis Sánchez (CC OO) y Pedro Díaz Chavero (UGT) precisaron que la citada propuesta del Ejecutivo debe tener 'una contrapropuesta: generalizar el derecho a la jubilación anticipada y reducir las penalizaciones en función de los años cotizados'. Los dos aseguraron que los sindicatos no firmarán un acuerdo que no incluya esas medidas. Asimismo desvelaron que en la mesa negociadora Trabajo no ha manifestado que sean innegociables esas demandas.

En concreto, las centrales proponen que se extienda a todos los trabajadores la posibilidad de acceder al retiro anticipado a los 60 años, ahora limitada a 1,2 millones de personas que empezaron a cotizar al régimen por cuenta ajena antes de enero de 1967. Se trata, en consecuencia, de un derecho en vías de extinción para los trabajadores nacidos a partir de 1954 o que no hayan acumulado cotizaciones anteriores a enero de 1967.

Junto a ello, los sindicatos han pedido a Trabajo una reducción de las penalizaciones al retiro anticipado, que ahora suponen un recorte de la pensión del 8% por cada año. Ellos proponen que los coeficientes reductores se apliquen en proporción inversa a los años cotizados, de forma que quienes reúnan 40 años tengan un recorte del 5,62% anual y éste aumente progresivamente hasta el 8% para quienes hayan cotizado 25 años.

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