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Clinton indultó a 47 amigos y familiares que se saltaron los trámites oficiales del perdón

Un tercio de los 140 indultados por Bill Clinton en las últimas horas de su mandato se saltaron el procedimiento habitual de dirigirse al Departamento de Justicia y apelaron directamente al presidente, según informó ayer el diario Los Angeles Times. Aunque no está claro si se incluye en este grupo, el más escandaloso de los perdones de Clinton, el del multimillonario Marc Rich, comenzó ayer a ser examinado por el Comité de Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes estadounidense. Los demócratas criticaron a Clinton, pero condenaron la investigación parlamentaria.

'Algunos deberían darse cuenta de que Clinton ya no es presidente de EE UU', dijo el congresista demócrata por California Henry Waxman en el comienzo de las audiencias. Fue una alusión al celo con el que los republicanos siguen escrutando la vida y obra del político de Arkansas. Waxman prosiguió: 'Tenemos que dar por terminado el ejercicio de buscarle escándalos a Clinton y concentrarnos en las muchas tareas urgentes que tenemos por delante'.

El congresista demócrata, no obstante, se desmarcó del indulto a Marc Rich, como han hecho la mayoría de correligionarios de Clinton. 'Este perdón presidencial', dijo, 'es criticable y demuestra que Clinton actuó con mal juicio, pero lo hizo dentro de sus irrevocables prerrogativas presidenciales'. Las audiencias de la Cámara de Representantes, como las que iniciará el Senado la próxima semana, sólo pueden concluir con una reprimenda formal, pero no tienen capacidad para anular la medida.

La investigación iniciada ayer tiene como promotor al republicano Dan Burton, llamado la Némesis de Clinton. Burton declaró que su objetivo es 'saber si las motivaciones del ex presidente al perdonar a Rich fueron espurias y si consultó debidamente con los responsables de Justicia'. El 20 de enero, en su última hora en el cargo, Clinton perdonó a Rich, un multimillonario negociante de materias primas que había huido de EE UU en 1983 para escapar de 51 acusaciones de estafa, extorsión, tratos con el enemigo (Irán) y evasión de impuestos.

Rich, con residencia oficial en Suiza y, según la prensa norteamericana, pasaportes suizo, español e israelí, jamás ha regresado a EE UU, pero su ex esposa, Denise Rich, sí lo hizo. En los últimos años, Denise Rich ha sido una generosa benefactora del Partido Demócrata y de Bill y Hillary Clinton. Ella fue una de las muchas personas que, dentro y fuera de EE UU, escribieron a Clinton para solicitar el indulto. Denise Rich se negó anoche a declarar ante el Comité, acogiéndose a la quinta enmienda de la Constitución, que permite guardar silencio para no incriminarse a sí mismo.

Giuliani se opuso

Jack Quinn, abogado de Rich tras haber sido consejero legal de la Casa Blanca de Clinton, fue el testigo estelar de la sesión parlamentaria de ayer. Quinn declaró que trabajó en ese caso durante dos años y al final consiguió convencer 'no sólo al presidente (Clinton), sino a mucha otra gente, de que no deben mantenerse las acusaciones contra Rich'. Quinn añadió que consultó el caso con el departamento de Justicia. En ese departamento, la clemencia para Rich tenía muchos opositores, comenzando por la fiscalía de Nueva York, que en la época del procesamiento dirigía el hoy alcalde republicano Ruddy Giuliani.

Otras 47 personas perdonadas por Clinton el 20 de enero, un tercio del total, ni tan siquiera habían formulado una petición de clemencia al departamento de Justicia, según informó ayer Los Angeles Times. Entre ellas se encuentran Roger Clinton, hermano del presidente, indultado de una condena por drogas; Henry Cisneros, ex secretario de Vivienda de Clinton, al que se anuló su condena por mentir bajo juramento al FBI, y Susan McDougal, amiga de Clinton y graciada de su condena por su papel en el escándalo Whitewater. Otros 16 indultados de este grupo eran amigos de Clinton en Arkansas, sentenciados por tráfico de drogas, fraude bancario y atentados contra la naturaleza.

Las manos de Clinton, según precisó Ronald Allen, un constitucionalista de Chicago, no estaban atadas por la ausencia de un expediente de perdón en Justicia. Pero Stephen Giller, vicedecano de la facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, declaró que el político de Arkansas 'abusó de su poder'. 'Un presidente que no hace caso a su propio departamento de Justicia y a la opinión de las víctimas y los agentes de la ley está sencillamente estimulando el cinismo y la desconfianza pública'.

El caso Rich ha llevado a senadores demócratas, como Tom Daschle, y republicanos, como Arlen Specter, a proponer una reforma de la Constitución que limite la más que bicentenaria prerrogativa de indulto presidencial. Se trataría de que la opinión del departamento de Justicia fuera vinculante para el titular de la Casa Blanca.

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