Ibarretxe plantea una consulta popular en su propuesta de diálogo

Pese al clima preelectoral y a contar de antemano con el rechazo del PP y el PSE, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, lanzó ayer la propuesta de compromiso social por el diálogo anunciada la semana pasada. En ella reitera planteamientos conocidos, que incluyen una consulta en Euskadi para que la sociedad vasca ejerza 'su derecho a decidir sobre su propio futuro'. La oposición le expresó ayer mismo su rechazo.

Descontado ese rechazo, Ibarretxe busca esta vez, con un acto público el día 17 en San Sebastián, la adhesión de colectivos y organismos sociales. El PP y el PSE-EE le recordaron que le consideran deslegitimado política y moralmente y vieron en la iniciativa tintes preelectorales y un intento de llenar el tiempo hasta la inevitable disolución del Parlamento vasco. Ambas fuerzas le acusaron de estar haciendo perder el tiempo a la sociedad vasca con propuestas inútiles y de retrasar las elecciones por los malos augurios de las encuestas para el PNV.

Con este acto, Ibarretxe concreta la tercera y última fase del triple compromiso -ético, político y de diálogo- anunciado en el debate de política general de septiembre, al que siguieron dos mociones de censura y las derrotas sistemáticas de su Gobierno en el Parlamento vasco. Su única virtualidad, aparte de movilizar y aglutinar, ya en plena precampaña, al mundo nacionalista, será la de acercar el escenario político vasco a la convocatoria electoral, que en ningún caso iba a producirse antes de la celebración de este acto.

Ibarretxe, que hoy recibe en Ajuria Enea la visita del presidente catalán, Jordi Pujol, cortó toda referencia a los comicios, al señalar, como ya lo hizo antes su portavoz, que la próxima vez que hable de ellos será para convocarlos.

La propuesta 'por un compromiso social a favor de la no-violencia y el diálogo' fue presentada como un 'camino de solución' tanto para alcanzar la paz como para la normalización política y la convivencia. Ibarretxe, que dijo asumir un compromiso 'en primera línea de fuego', atribuyó al documento presentado ayer un carácter 'estratégico y estructural', con voluntad de perdurar más allá de la coyuntura actual, que reconoció centrada en la exigencia del adelanto electoral.

El documento consta de cuatro puntos que incluyen la exigencia a ETA del abandono 'definitivo' de las armas y un compromiso 'de defensa activa' con las víctimas del terrorismo o el hostigamiento. También reitera la necesidad de un foro de partidos sin exclusiones ni condiciones políticas y reivindica el respeto al marco jurídico actual, a la legitimidad de su modificación y a que la sociedad vasca sea 'consultada' para ejercer 'su derecho a decidir' su futuro.