'El gran pecado del cine español es que se olvida la forma'

De los muchos oficios que la industria cinematográfica puede ofrecer, quizá sea el de director el más arriesgado, algo que no arredra a Igor Legarreta y Emilio Pérez. Ambos han realizado cuatro cortos. El primero fue el multipremiado Al, Ben y Gail y el último, El trabajo, acaba de recoger otro premio en Montpellier. Actualmente revisan la tercera versión de La viuda de Ranglan James, el que será su primer largometraje.

Pregunta. ¿Cuál es la fórmula para poner en marcha un proyecto?

Emilio Pérez. En nuestro caso tenemos dos productoras, Igueldo Komunikazioa e Impala, moviendo el guión y buscando financiación, por un lado, y nosotros, por otro, dando los últimos toques al guión, planificando.

'Dormirse en los rodajes sería lo idóneo. Que todo esté tan previsto que te aburra rodarlo'

Igor Legarreta. Nosotros conocíamos a Ángel, de Igueldo, a raíz de un certamen de vídeo en Vitoria donde presentamos Al, Ben y Gail. Él formaba parte del jurado y por amistad le enseñamos nuestro último corto, para que nos comentase qué le parecía. Le gustó mucho y nos pidió permiso para enseñárselo a Impala, productora de Madrid con la que andaba en tratos. A Impala también le gustó y nos pidieron algo nuevo. Les dimos un tratamiento de La viuda de Ranglan James, les encantó y a partir de ahí, el guión. Se puede decir que la primera puerta que tocamos, se abrió.

P. ¿Hay alguien más implicado en la historia?

E.P. El guión lo escribimos conjuntamente con un amigo de Madrid, Javier Sánchez Donate. La historia nace de un relato que él escribió hace muchos años. En este caso, hemos escrito el guión a tres bandas.

P. ¿Estáis con Hitchcock cuando decía que él se dormía en los rodajes?

I.L. Eso sería lo idóneo. Que todo esté tan machacado, tan previsto y ensayado que te aburra rodarlo. Que te lo pases bien antes.

P. Pero nunca pasa eso...

I.L. Cuando eres joven tienes la manía de hacer una planificación de hierro en la que nada se puede mover. Pero luego te das cuenta de que tienes que ser un poco flexible porque todo se tiene que adaptar a un rodaje, a unas localizaciones, a unos actores, al factor humano, pero todo parte de una preproducción , de una planificación previa. Si no, el barco se hunde por todos los lados.

P. ¿Pueden adelantar algo de su historia?

I.L. Es una historia de época. Y gótica.

P. Bueno... es bastante descriptivo. ¿Cumbres borrascosas?

I.L. ¡Ja, ja !. No es Cumbres borrascosas. Tampoco Drácula.

P. ¿Será una película cara?.

E.P. Tenemos entre manos un proyecto ambicioso. Hay efectos... es una película complicada. Complicada y ambiciosa. No podemos hablar de cifras porque es demasiado pronto.

I. L. Es una película de aventuras con niños.

P. Hay una generación de nuevos realizadores que han empezado a contar historias con soporte vídeo y eso les ha permitido aprender sin tener que empeñarse para siempre.

I.L. Hay largometrajes que se están haciendo en vídeo digital. Medem está rodando en vídeo.

E.P. Yo creo que las ventajas de la tecnología son importantes. El hecho de rodar películas en vídeo digital y luego poder pasarlas a cine y exhibirlas de manera comercial es algo beneficioso. El soporte donde ruedas es diferente, pero la manera de contar es básicamente la misma. Abarata costes. El vídeo es algo muy bueno... pero el cine es el cine.

P. No hay dogmas.

I.L. El otro día salió [José Luis] Cuerda en el programa de Cayetana Guillén dando dogmas de fe: el corto tiene que ser así, el vídeo de esta otra manera. Lo importante es la historia. El gran pecado del cine español es que se olvida la forma, la forma de las películas es horrenda, la dirección artística es horrenda, no saben dónde poner la cámara... porque nunca se han preocupado por la forma. Si tú quieres hacer una película en scope no puedes hacer vídeo, tienes que hacer cine.

P. Y cine en scope se hace poco porque, entre otras cosas, es más caro. La pantalla tiene que estar llena de cosas.

E.P. Lo importante es ir aprendiendo y luego decidir cuál es el formato que más te interesa para contar tu historia.

I.L. Yo creo que [Lars] Von Trier es el ejemplo. Europa está hecha en scopazo, con movimientos de cámara muy ambiciosos y super-sofisticados. Ahora ha hecho una película en vídeo digital, pero no creo que descarte el cine. Es posible que la próxima película vuelva al scope.

E.P. Los directores que más nos gustan siguen siempre el mismo formato y la misma manera de narrar. Aunque es posible que si Ford estuviera vivo haría una película en vídeo.

I.L. Ya hizo televisión.

P. ¿Tienen miedo al productor cuando les diga que para abaratar la película hay que, por ejemplo, reconvertir dos escenas en una? A casi todo el mundo se lo han hecho.

E.P. Yo creo de todos modos que hay que escuchar las ideas que te proponen, porque pueden mejorar tu trabajo. Hay una anécdota a este respecto. Howard Hawks tenía un final para El sueño eterno y los productores le impusieron otro. Al cabo de un tiempo, el director tuvo que reconocer que el final impuesto era mejor. Lo verdaderamente importante es tener las cosas lo suficientemente claras como para poder rebatir al productor o a quien sea.

P. ¿Y la música? A veces, cuando uno escribe, tiene música de fondo. ¿Algún músico para crear en la película la atmósfera que quieren?

E.P. Wojciech Kilar. Hizo la música de Drácula.