Pujol rechaza explicar la crisis y acusa a Maragall de ignorar los hábitos democráticos

La necesidad de que Pujol se someta a una moción de confianza fue planteada por Maragall en el Parlament en el turno de preguntas al presidente, tras una semana insistiendo en que el nombramiento de un conseller en cap 'significa un cambio sustancial en la forma de gobernar'. Además, Maragall sostiene que la crisis subsiguiente a este nombramiento, con la salida de Josep Antoni Duran Lleida del Ejecutivo, ha debilitado sus apoyos parlamentarios.

El presidente de la Generalitat se tomó estos argumentos como una vacuidad. Insistió en que no se someterá a una moción de confianza y ni siquiera comparecerá en el Parlament para explicar la reestructuración de su Gobierno como reclama la oposición. Y se apoyó en una extensa lista de ejemplos, con protagonistas socialistas y socialdemócratas, para dejar claro que actúa según prácticas parlamentarias acreditadas.

En España, dijo Pujol, los ceses y nombramientos de figuras tan destacadas en los gobiernos socialistas como Miguel Boyer, Alfonso Guerra y Narcís Serra no motivaron que Felipe González tuviera que explicarlos en las Cortes o someterse a una moción de confianza parlamentaria. Y en países europeos de democracia acreditada, como el Reino Unido y Alemania, agregó, 'ni el canciller Schröder ni el premier Tony Blair lo han hecho con motivo de los sucesivos cambios de gobierno a que se han visto obligados'.

Pujol hablaba con la comodidad que le proporciona el apoyo del PP. Por la mañana, los votos de CiU y el PP habían derrotado una propuesta de los tres grupos de la oposición para que Pujol compareciera ante la Cámara y explicase la crisis de gobierno. En la defensa de esta negativa, el portavoz convergente, Ramon Camp, dijo que el nombramiento de Artur Mas como conseller en cap no es una modificación estructural en la composición del Gobierno catalán, sino un mero 'cambio de escenario'. Y el cambio de escenario era visible porque quien hasta entoncces se había sentado junto a Pujol en el banco del Gobierno, Duran, estaba dos filas más atrás. Y en el lugar que antes ocupaba Duran, se encontraba Mas.

Maragall explicó que este cambio no es, a su juicio, una mera sustitución de personas como pretende CiU. Argumentó que un conseller en cap es un jefe de Gobierno, figura que no está prevista ni en el Estatuto de Autonomía ni en las otras leyes que regulan el Gobierno. Y que la introducción de esta figura no puede hacerse, como se ha hecho, recurriendo a una ley que a lo único que autoriza es a cambiar el nombre de los departamentos de la Generalitat. Maragall planteaba así una duda acerca de la legalidad del nombramiento. Luego insistió en esa sospecha al preguntar a Pujol si había consultado su decisión a la Comisión Jurídica Asesora, organismo de apoyo legal al Gobierno. Pujol le dijo que no.

Aunque este debate toma en ocasiones un acusado sesgo jurídico, tanto el PSC como Josep Lluís Carod Rovira, de ERC, y Rafael Ribó, de IC-V, están decididos a que Pujol explique la crisis en el Parlament y ayer no dieron por concluida la cuestión pese a que, de momento, se cerró la vía de la comparecencia de Pujol.

Carod afirmó que Pujol no tiene obligación legal de comparecer, pero sí obligación moral, porque a su juicio la crisis provocada por el nombramiento de Mas 'es la mayor en los 21 años de autonomía' . Lo que ha ocurrido es, recordó, que ha dejado el Gobierno catalán, nada menos que 'el líder de uno de los tres partidos nacionalistas que lo sostienen'.

Ribó cree que es inconcebible que el Gobierno catalán envíe a Mas a explicar a una comisión del Parlament 'una crisis de la que él mismo es la causa'. Esto es, sin embargo, lo que Mas ha solicitado y lo que, probablemente, se llevará a efecto en las próximas semanas.

Aunque el PP garantiza la mayoría a CiU y cierra filas en torno a Pujol, esto no impide que lo haga hurgando también en la herida. Alberto Fernández, presidente del PP, reclamó a Pujol: 'Teniéndolo todo a favor como lo tiene, no se lo ponga usted mismo en contra' abriendo batallas como la que enfrenta a Mas y Duran Lleida.