Contra la ruina
Somos vecinos de Carabanchel Bajo, calle de Urgel, 25. Los propietarios (no todos) quieren declararnos en ruina, con vistas especulativas de edificación y negocios inmobiliarios. Resultado: hace unos años, el Ayuntamiento procedió a efectuar mejoras de infraestructuras, viéndose impedido de terminarlo por recurso en contra de quienes se oponen a esas mejoras necesarias. Por tanto, la instalación eléctrica, contadores y otros están que dan pena, y es un peligro ver los gastos de energía. Resultado: Industria, el 18 de mayo pasado, cortó el suministro a la parte delantera, y el martes 23 de enero, a la trasera (dos patios), con el consiguiente peligro de enfriamientos y otros riesgos, no tanto a los mayores, sino a los niños, algunos de muy corta edad.
No hay iluminación, ni neveras para conservar los alimentos, ni calefacción, ni televisión, radio; nada. En fin, hemos retrocedido dos siglos en el alborear de este tercer milenio. Quede lo dicho como testimonio de una gran industria social, en la que se están pasando calamidades y sufrimientos impensables en estos tiempos y esperando que alguien con poder decisorio decida acudir en socorro de estos, nosotros, vecinos de Madrid, y como tal, con pretensiones cosmopolitas.-