Sampietro pagó 74 millones a un abogado por 'consultoría europea'

Poco a poco comienzan a conocerse algunas actuaciones discutibles del Gobierno de Ceuta, del GIL, que este martes afronta una moción de censura. El presidente, Antonio Sampietro, contrató a un abogado de Marbella vinculado con Jesús Gil y le pagó 74 millones a cargo del presupuesto de Ceuta en seis meses. El trabajo realizado, según figura en el contrato, es el de 'consultoría y asistencia relativa a la representación y defensa de los proyectos e iniciativas de la Ciudad Autónoma de Ceuta ante las Instituciones Europeas'. La mayoría de estos proyectos son, según la oposición, irrealizables.

El abogado en cuestión es Francisco Navarrete Pascual, representante de la firma Navarrete Abogados. El letrado ha estado en el pasado vinculado a los negocios de Gil, y le ha defendido en diversos procesos judiciales. De hecho, en 1993, Navarrete y Cobo, el despacho que tenía anteriormente Francisco Navarrete con otro socio, ya obtuvo una adjudicación similar a la que ahora ha conseguido en Ceuta, aunque en el Ayuntamiento de Marbella y por una cuantía menor. Gil le contrató entonces por dos millones mensuales en concepto de 'asesoría jurídica para asuntos judiciales', según reza en el texto de aquel acuerdo.

Por el contrato de Ceuta Navarrete Abogados recibió 12,3 millones mensuales. El control sobre el empleo de ese dinero es mínimo si se tiene en cuenta que es el propio Gobierno de la ciudad, controlado por Sampietro, quien verifica si se realiza o no el objeto del contrato.

Precisamente, una de las mayores críticas de la oposición al Gobierno de Sampietro reside en la abultada cifra de asesores y altos cargos que ha creado en sólo un año y medio -un centenar-, la mayoría llegados desde Marbella, que suponen un total de 1.007 millones de pesetas anuales.

El todavía presidente de la ciudad autónoma, que dejará el cargo previsiblemente este martes, cuando se vota una moción de censura en su contra, sostiene que ese contrato se ha hecho de una forma absolutamente legal y que ha pasado todas las inspecciones pertinentes. Sampietro justifica la abultada cuantía en la necesidad de 'abrir una oficina en Bruselas'.

Lo cierto es que la mayoría de los proyectos que en teoría debía defender Navarrete Abogados ante las instituciones europeas son prácticamente irrealizables. El más famoso y faraónico de todos ellos es el del aeropuerto construido sobre el mar, al estilo de Hong Kong. El coste de esta iniciativa, que algunos llegan a elevar hasta los 40.000 millones de pesetas, se justifica con dificultad teniendo en cuenta lo cerca que está Ceuta de la Península, lo que la hace muy accesible en barco.

La oposición, a punto de convertirse en Gobierno si prospera la moción de censura, está convencida de que encontrará multitud de irregularidades similares a ésta en cuanto investigue las cuentas municipales. De hecho, hace sólo tres semanas, el Gobierno del GIL trató de adjudicar rápidamente el desarrollo de 23 de estos proyectos faraónicos, unos contratos que la oposición valoraba en más de 600 millones, pero luego paró la iniciativa. El GIL utilizó en esta operación el método de la oferta restringida, de tal manera que podía lograr que sólo las empresas que el Ejecutivo decidiera compitieran por la adjudicación.