Oppidum cosmopolita

'Hemos abierto la cárcel a la libertad'. La satisfacción de la consejera de Cultura, Carmen Calvo, al abrir la puerta de la vieja prisión de Jaén no era para menos. Después de una década siendo testigo mudo de los enfrentamientos políticos entre las administraciones, el vetusto recinto carcelario se recupera para la sociedad jiennense. El Museo Internacional de Arte Ibérico que la Consejería de Cultura se dispone a construir en este edificio pretende ser la cuna de Oppidum -nombre que se le da a los antiguos poblados íberos- pero, sobre todo, será el reencuentro con las raíces de una cultura de la que Jaén es punta de lanza universal.

El movimiento social generado en Jaén en torno al museo de arte ibérico ha acabado por doblegar la voluntad de la clase política, incapaz desde 1991 de buscarle un destino al viejo recinto carcelario. La reunión mantenida el pasado 24 de enero entre representantes del Gobierno central, Junta de Andalucía, Diputación Provincial y Ayuntamiento de Jaén permitió desbloquear el conflicto y, de paso, sellar el consenso institucional para convertir en museo ese lugar al que el alcalde jiennense, Miguel Sánchez de Alcázar, ya ha bautizado como el 'Guggenheim de la cultura ibérica'.

La Administración andaluza tiene inventariados 545 asentamientos ibéricos en Jaén. El Museo Provincial está saturado por la llegada de más de 20 cajas todas las semanas procedentes de las distintas excavaciones arqueológicas que se realizan en la provincia. La cabeza de lobo del santuario ibérico de El Pajarillo, en Huelma -una escultura del siglo IV antes de Cristo que se compara con la Dama de Elche- fue el año pasado la estrella de la exposición Los Íberos. Príncipes de Occidente, que viajó por París, Bonn y otras ciudades europeas.

Parece, pues, que la cultura ibérica está de moda, aunque no siempre fue así. 'Durante años lo ibérico estuvo politizado y olvidado, sobre todo tras la guerra civil, cuando triunfó la idea del celtismo, pero ahora ha calado un sentimiento de autoestima hacia lo íbero', asegura Arturo Ruiz, catedrático de Prehistoria y director del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica. Este centro, creado por la Junta de Andalucía en 1997, tiene abiertas ocho líneas de investigación de la cultura ibérica.

Pero el germen sobre el que se ha ido asentando la semilla del Museo de Arte Ibérico tiene otros protagonistas. Como la Asociación de Amigos de los Íberos, que, con su incansable presidenta, Pilar Palazón, a la cabeza, llegó incluso a dormir varias noches ante las puertas de la vieja cárcel para reivindicar la construcción del museo.

Así las cosas, y con las llaves de la vieja prisión ya en su poder, la Consejería de Cultura inicia esta próxima semana las primeras prospecciones técnicas para analizar el estado de conservación del vetusto edificio, en desuso desde 1991. A partir de ahí, la Consejería encargará un concurso de ideas para determinar el mejor diseño posible del museo. La única premisa avanzada por la consejera Carmen Calvo es que se respete la fachada exterior del inmueble. La última fase será el proyecto museográfico sobre las miles de piezas encontradas en los yacimientos íberos de la geografía provincial.

Los cálculos de la Consejería de Cultura apuntan a que el Museo Ibérico, que ocupará una superficie de 9.000 metros cuadrados, costará más de 1.000 millones de pesetas. Carmen Calvo ha pedido al Ministerio de Cultura su colaboración económica, pues en la futura pinacoteca jiennense se integrarán también piezas ibéricas procedentes de museos de la red estatal.

Ningún otro proyecto había sido capaz de aglutinar un consenso social y político tan amplio en la provincia de Jaén. 'Ahora lo importante es que no se frustren todas las expectativas que se han abierto'. El presidente de la Diputación jiennense, Felipe López, es consciente de que el patrimonio ibérico de la provincia se convertirá en un atractivo turístico y cultural de primer orden en la provincia. 'Este cosmopolitismo atrae turismo', corroboró la consejera Carmen Calvo.