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SEGURIDAD ALIMENTARIA

El Ejecutivo calificó en una carta de 'ofensivo' incluir a España como país de riesgo

El Gobierno español reaccionó violentamente en la primavera pasada contra Bruselas, cuando supo que estaba a punto de publicarse un informe oficial en el que se incluía a España en el grupo de países en los que existía riesgo de que aparecieran casos de vacas locas. El Ministerio de Agricultura escribió en abril una carta a Bruselas en la que aseguraba que el informe era 'ofensivo', que 'no se ajustaba a la realidad sanitaria española' y que los servicios veterinarios españoles se sentían 'insultados'. Medio año después apareció el primer caso de vaca loca en España.

La reacción española se produjo tras ser distribuido en marzo a los Gobiernos de la UE el borrador del Comité Científico Director sobre los llamados 'riesgos geográficos' de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o mal de las vacas locas). En tal informe se aseguraba que en España, Italia y Alemania había un riesgo probable de registrar vacas enfermas, a pesar de que entonces ninguno de los tres países había registrado ningún caso.

El Ministerio de Agricultura reaccionó asegurando públicamente que el informe 'no se ajustaba a la realidad sanitaria española' y enviando a Bruselas un airado escrito. 'El borrador del informe', alegó el ministerio, 'es claramente ofensivo para España, teniendo en cuenta que no refleja la situación real española. Los servicios veterinarios españoles se sienten insultados debido a que los datos presentados han sido considerados por las autoridades españolas como completamente falsos'. 'El borrador del documento deber ser completamente modificado si se quiere revelar la situación real de España respecto a la EEB', concluía el escrito. 'Mantener y publicar el informe como está en la actualidad', añadía, 'es una ofensa a los intereses españoles por tratarse de una información carente de objetividad'.

Defensa del ministerio

El informe del Comité Científico Director se difundió en julio. Pocos meses más tarde sus previsiones se confirmaron: Alemania, Italia y España empezaron a registrar casos de vacas enfermas. A pesar de ello, Agricultura mantiene que su actitud fue la correcta. 'Se nos metió en el mismo saco que otros países que ya habían tenido algún caso', dijo ayer un portavoz.

La carta de abril tenía un precedente. El 21 de febrero de 2000, cuando se conocieron los primeros datos comunitarios que destaparon el riesgo de que en España hubiera casos de vacas locas, Agricultura pidió a Bruselas discreción en aras de la tranquilidad de la opinión pública y el comercio internacional. Esta carta estaba firmada por Quintiliano Pérez Bonilla, director general de Ganadería hasta que dimitió en enero.

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