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El Tribunal de Cuentas, en un informe aprobado el jueves y remitido ayer a las Cortes, revela decenas de irregularidades contables y urbanísticas en la gestión del Ayuntamiento de Marbella entre 1990 y 1999. En ese periodo, bajo el mandato de Jesús Gil y Gil, el Consistorio dejó sin justificar cerca de 62.000 millones de pesetas. En la gestión municipal hubo lo que el Tribunal de Cuentas considera responsabilidad por alcance, consistente en un daño patrimonial para el erario. El fiscal ejercitará acciones penales contra los responsables de ese perjuicio económico a Marbella.

Entre las irregularidades descubiertas por los auditores destaca la venta de terrenos por un valor inferior al real, la adjudicación irregular de subvenciones, el pago de 382 millones de pesetas a concejales por prestaciones que no han quedado acreditadas, la firma de convenios gravosos para el Ayuntamiento y una nómina de deudores y acreedores inexistentes para maquillar las cuentas.

Gil replicó ayer que los auditores no han tenido en cuenta sus 1.000 folios de alegaciones y denunció que el informe del tribunal es fruto de una persecución política por los casos de Ceuta y Melilla.