Cinco patrullas perseguirán a los vehículos que emitan ruidos excesivos

El lunes, 5 de febrero, es la fecha marcada por el Ayuntamiento de Barcelona para meter en vereda a los conductores cuyos vehículos emitan ruidos excesivos. Cinco patrullas de la Guardia Urbana, tres dirunas y dos nocturnas, perseguirán a los coches, motos o camiones cuyo tuvo de escape no esté en condiciones y provoque sonidos por encima de lo autorizado. La cuarta teniente de alcalde, Inma Mayol anunció estas medidas dentro de un paquete global para mejorar la eficacia en la lucha contra la contaminación acústica.

El plan para reducir el exceso de ruido en Barcelona incluye una serie de medidas que ya existían, pero que no siempre se cumplían con rigor. Un ejemplo: hace unos meses, el Ayuntamiento de Barcelona firmó un convenio con los gremios de las ambulancias para que éstas usaran las sirenas en los momentos indispensables. El resultado ha sido prácticamente nulo. 'Lo que pactaron los gremios no ha llegado a los conductores', reconoció ayer Inma Mayol, responsable del área de Sostenibilidad. La teniente de alcalde anunció nuevas conversaciones, esta vez con los directamente implicados en el asunto.

Pero no es sólo eso: la normativa que permite inmovilizar vehículos ruidosos existe desde hace tiempo. No obstante, el pasado año la actuación de la Guardia Urbana no fue tampoco ejemplar. Hasta noviembre, fueron inmovilizados por circular con ruido excesivo 200 ciclomotores, 40 motos y un camión. Total, mucho menos de un vehículo diario, pese a que cualquier puede apreciar esta infracción usualmente en toda la ciudad.

Mayol anunció nuevas medidas en este sentido: cinco patrullas de la Guardia Urbana se dedicarán exclusivamente a perseguir las infracciones de los automovilistas en materia de sonidos. Tres lo harán de día y otras dos, en horario nocturno. Estas cinco patrullas se convertirán en 18 en los meses de marzo y junio, con motivo de campañas específicas contra el ruido de los vehículos.

Un segundo bloque de conductores a perseguir es el de quienes utilizan el claxon injustificadamente para expresar su desespero en los atascos. No obstante, esta medida irá acompañada de una campaña entre los constructores, los conductores de transporte escolar y los repartidores, tres colectivos que acostumbran a abusar del aparcamiento en doble fila, causante directo de parte de los colapsos circulatorios.

Estas medidas irán acompañadas de diversas inversiones, todas con cargo a los presupuestos municipales. Agrupando las partidas que aparecen en diversos departamentos del consistorio, Mayol cifró en uno 10.000 millones de pesetas la inversión a realizar en este año y el que viene.

Una de las medidas más efectivas es la de utilizar pavimento poroso en el asfaltado de las principales vías de tránsito de la ciudad. La partida al respecto es de 2.600 millones de pesetas y permitirá que la mitad de estas calles cuenten con este tipo de piso a principio de 2003.

200 millones de pesetas anuales es el presupuesto del municipio para ayudas a la insonorización de viviendas. Las pantallas acústicas de la Gran Via supondrán unos 2.200 millones, a los que hay que añadir otros 250 millones para proteger otras zonas de la ciudad.

Las principales partidas, no obstante, son los 8.750 millones para autobuses de gas, menos ruidosos que los actuales (esta cifra incluye las inversiones hasta el 2004), y los 850 millones para vehículos municipales.

Mayol insistió ayer hasta la saciedad en la voluntad de diálogo del municipio. La primera medida es siempre informativa. La cuarta teniente de alcalde comentó ayer que muchas víctimas del exceso de ruido en determinadas ocasiones, son causantes de lo mismo en otra y sugirió que una campaña de sensibilización y de explicación conveniente puede ser un principio para reducir algunos de estos inconvenientes.

'Este programa no es un brindis al sol. Vamos en serio, pero no vamos a engañar a nadie, tampoco vamos a hacer milagros', dijo Mayol que aseguró estar convencida de que en la lucha contra el exceso de ruido eventual (tráfico y terrazas de bares y discotecas) se pueden lograr algunos resultados más o menos rápidos, pero en el ruido ambiental el trabajo es a largo plazo.