La Junta insiste en la negociación a pesar del rechazo del Ejecutivo a sus alegaciones al Plan Hidrológico

Ni el trasvase del Guadiana al Guadalquivir, ni las obras de desalación y reutilización de agua para paliar la 'acuciante situación' hídrica de Almería, ni la ampliación de la superficie de regadíos que se prevé modernizar hasta 2008. El anteproyecto del Plan Hidrológico que aprobó el martes el Consejo Nacional del Agua, con el voto negativo de la Junta, no incluyó ninguna de las principales alegaciones andaluzas al texto. Aun así, la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, renovó ayer su 'voluntad de negociación' con el Gobierno para lograr incluir sus propuestas en el trámite parlamentario de la ley.

Las negociaciones entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Consejería de Obras Públicas, que se intensificaron en las horas previas a la decisión del pleno del Consejo Nacional del Agua, no han dado hasta este momento fruto alguno. Tras el visto bueno del Consejo, con el voto favorable de dos gobiernos autonómicos socialistas, Extremadura y Castilla-La Mancha, el anteproyecto del Plan Hidrológico será aprobado próximamente por el Consejo de Ministros que luego lo remitirá al Congreso de los Diputados. Es en la tramitación parlamentaria donde Gutiérrez espera que el PP, con mayoría absoluta, acepte alguna de las propuestas andaluzas.

'No podemos dar por cerrado un tema que condiciona nuestro futuro', explicó ayer la consejera de Obras Públicas en conferencia de prensa. La intención del Ejecutivo andaluz es continuar la negociación bilateral con el Gobierno central, a pesar del nulo resultado de los encuentros celebrados en los últimos cuatro meses. El anteproyecto del Plan Hidrológico sólo incluye mínimas concesiones a la posición andaluza (la elaboración de planes de sequía en cuencas o la tercera parte de la ampliación de modernización de regadíos que exigía la Junta) pero hace caso omiso de las principales propuestas autonómicas.

El anteproyecto aprobado, que dedica gran parte de su texto a detallar cómo se hará la transferencia de 1.000 hectómetros cúbicos desde el Ebro al litoral mediterráneo (incluidos 95 hectómetros cúbicos a Almería), no hace referencia alguna al único trasvase solicitado por la Junta (cuya posición es avalada por el Consejo Andaluz del Agua): el que llevaría agua del bajo Guadiana al valle del Guadalquivir. La propuesta autonómica es transferir en una primera fase 150 hectómetros cúbicos de los afluentes andaluces del Guadiana y solicitar para una segunda fase a Portugal el aprovechamiento conjunto del tramo internacional del río.

La aprobación de este trasvase era una de las medidas previstas por la Junta para paliar las necesidades no cubiertas de recursos en la cuenca del Guadalquivir, que Obras Públicas cifra en 783 hectómetros cúbicos anuales. El Gobierno andaluz pretendía que el Ministerio de Medio Ambiente reflejara en el texto del anteproyecto la existencia de este déficit hídrico y del que registra la cuenca del Sur (424 hectómetros cúbicos, 319 en Almería), iniciativa que también fue desechada.

De las obras de desalación y reutilización solicitadas por la Junta para la Cuenca del Sur, tan sólo se incluyen obras de desalación en el Campo de Dalías y en Carboneras, pero 'no se concretan ni plazos ni el volumen de agua que se conseguirá', indicó Gutiérrez. La propuesta autonómica sí era muy detallada: desalación de 200 hectómetros cúbicos en Almería (125 mientras se concreta el trasvase desde el Ebro), desalación de 80 hectómetros y reutilización de 85 hectómetros en Málaga.

Diversos votos en el PSOE

El anteproyecto del Ministerio sí contó con el respaldo de Castilla-La Mancha y Extremadura, dos comunidades gobernadas por el PSOE, partido que, aun así, quiere plantear un Plan Hidrológico alternativo en el Congreso. 'Cada comunidad debe intentar solucionar sus problemas, yo no voy a decir a nadie cómo tiene que posicionarse', indicó Gutiérrez, quien negó que los diversos votos de las comunidades gobernadas por el PSOE (Asturias, Baleares y Aragón también votaron en contra) vayan a debilitar la posición negociadora de Andalucía.

La vicesecretaria del PSOE andaluz, María del Mar Moreno, aseguró ayer en Jaén que la dispersión del voto socialista por comunidades se debe entender como la constatación de que no existe 'ninguna consigna' de su partido para boicotear el plan, informa Carmen del Arco. Lo que ha ocurrido, añadió, es que se han contemplado propuestas de Extremadura y Castilla-La Mancha, mientras que de Andalucía 'no se ha atendido ninguna reivindicación'.