_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La fe de Bush

George W. Bush ha abierto la puerta de la financiación estatal y otras ventajas a los grupos religiosos para que participen plenamente en actividades de carácter caritativo. Al tiempo, ha creado una Oficina de la Casa Blanca para Iniciativas Basadas en la Fe y la Comunidad, con un director, John di Iulio, demócrata, conocido por sus estrechas relaciones con los grupos religiosos ultraconservadores, que despachará directamente con el presidente. Se abrirán oficinas similares en otros departamentos para asegurar que los fondos públicos llegan a esas organizaciones.

El gesto de Bush, en dos de sus primeros decretos como presidente, no es neutro. Aunque en comparación con Europa los estadounidenses son creyentes en una aplastante mayoría, siempre se había preservado la separación constitucional entre el Estado y las iglesias o confesiones religiosas. Su decisión ha despertado polémica y temores a que, por ejemplo, para recibir ayuda de una de estas organizaciones se exija la creencia en Dios o pasar por un adoctrinamiento. Hasta ahora, los tribunales de EE UU se han resistido a admitir la legalidad de tales servicios de beneficencia condicionados por exigencias religiosas. Y cabe temer que algunas de estas organizaciones utilicen estos fondos para hacer proselitismo. Tampoco todos los grupos religiosos están satisfechos. A algunos les preocupa que el Estado pueda usar esta puerta para entrometerse en sus actividades.

Estados Unidos es una sociedad civil fuerte. Los servicios sociales voluntarios, en los que participan más de 90 millones de personas y en los que ya colaboran muchas organizaciones confesionales, representan un 6% del PIB. Pero es de temer que en ese tercer sector las organizaciones religiosas se vean favorecidas. Bush pretende aplicar importantes exenciones fiscales a las donaciones que vayan para estos fines, lo que puede detraer fondos de las ONG no religiosas o del potente sector de las fundaciones.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Los decretos de Bush y las propuestas legislativas que han de acompañarles son la primera medida clara de ese 'conservadurismo compasivo' que ha defendido en su campaña, y que constituye, en cierto modo, una reforma sui géneris de los sistemas de bienestar. Aunque al presentarlos Bush estuviera rodeado de representantes de diversas confesiones religiosas, estos decretos pueden también considerarse como un primer favor a esa ultraderecha cristiana que ha marcado a los republicanos en los últimos años y ha sido un apoyo fundamental de Bush en su carrera a la Casa Blanca. Su anuncio anterior de que no financiará con dinero federal a las ONG u organizaciones internacionales que promuevan el aborto va en esa misma dirección.

Bush había elegido la reforma de la educación como primera propuesta legislativa, que incorpora algunos de los deseos de los demócratas. Era una bandera para la integración. Con los decretos para facilitar la labor caritativa y de beneficencia de los grupos 'basados en la fe' ha dado un bandazo. Es previsible que sigan otros.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_