El consejo de Caixa Carlet aprueba la fusión con Bancaixa con la abstención del PSPV

El consejo de administración de Caixa Carlet -compuesto por 7 consejeros del PP, 3 del PSPV, 2 de los trabajadores y 2 de l'Olivera- se convirtió minutos después de comenzado en un avispero. Hace una semana, el presidente de esta caja, José Cortés, decidió postergar la toma de una decisión porque sólo contaba con los votos de los siete consejeros del PP sobre un total de 14. Los trabajadores y los socialistas pensaban abstenerse en caso de que hubiera votación porque la oferta de Bancaixa era a todas luces insuficiente. Cortés plegó velas y convocó el consejo de ayer a la espera de una mejora.

La caja de Valencia ofrecía hasta minutos antes del consejo una dotación inicial y única de 500 millones de pesetas en lugar de los 300 de la semana anterior. Mantenía la cesión de tres edificios (la sede social, la oficina principal y el vivero de empresas La Trilladora) y ampliaba su oferta con otros tres almacenes de abonos en L'Alcúdia, Carlet y Alcántara, así como algunas oficinas en aquellas poblaciones donde las dos entidades se solapan. Es el caso de Alzira, donde Caixa Carlet tiene dos oficinas y Bancaixa, cuatro.

Los trabajadores de Caixa Carlet, cerca de 90, estudiaron este último ofrecimiento en una asamblea previa a la reunión del consejo de la pasada semana. Y nada más salir, uno de sus representantes entró al consejo. El pronunciamiento de este colectivo era decisivo para desbloquear la situación. La oferta laboral incluía el pago de una única gratificación de 100.000 pesetas a cada empleados para compensarles por la equiparación de la jornada laboral, dado que la plantilla de Bancaixa trabaja 37,5 horas semanales frente a las 35 de Caixa Carlet.

En la asamblea de trabajadores, éstos realizaron dos votaciones: una para valorar la oferta laboral, que se saldó con 67 votos a favor y 7 en contra; y una segunda consulta para conocer la opinión sobre la fusión, que recibió 45 votos a favor, 14 en contra y 19 abstenciones. El personal era consciente de que la nueva oferta introducía sólo ligeras mejoras pero 'garantizaba la seguridad de los empleos', según declaró uno de los trabajadores presentes. El personal lamentó que Caixa Carlet y la Consejería de Economía no hayan sido capaces de llegar a una solución negociada con la plantilla y les acusó de ser los responsables de la crisis abierta en la caja de la Ribera.

El PSPV, que ha mantenido en los últimos días varios contactos con representantes del Gobierno valenciano para solucionar la crisis en Caixa Carlet, dieron finalmente su visto bueno porque la última mejora cumplía con las condiciones expuestas al principio: una fundación de obra social con dotación suficiente, el mantenimiento de los puestos de trabajo y la presencia en la comarca de la que es originaria Caixa Carlet.

Los socialistas exigían además que el actual presidente de la caja, José Cortés, dirigente del PP local, no formara parte del órgano de gobierno de la futura fundación Caixa Carlet, a lo que Cortés se comprometió durante el consejo. Los dos consejeros de L'Olivera se abstuvieron. La operación queda pendiente de la ratificación de la asamblea general de Carlet.