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Atrapados entre los muros de su escuela

Los socorristas luchan a la desesperada para rescatar a 400 alumnos que preparaban un espectáculo infantil

En Bhuj, la ciudad que el terremoto del viernes, cuyo epicentro estaba a sólo 20 kilómetros, ha convertido en un inmenso solar, unos 400 niños están atrapados bajo los muros de su escuela. Era día de fiesta, y habían acudido a preparar un espectáculo infantil para el Día de la República, cuando el seísmo destruyó el edificio. 'Todos los alumnos de la escuela y sus maestros están enterrados bajo los escombros de la escuela', dijo Afjha, inspector general de la policía de Bhuj. Los equipos de rescate trabajaban contrarreloj ante la mirada desesperada de los padres, decenas de personas que rodeaban el montón de piedras bajo el que están sus hijos.

Un tipo de rescate que no se hará con perros. Por cuestiones religiosas, India no acepta este tipo de ayuda, clave para una rápida localización de las víctimas en otras ocasiones. Unos prejuicios que han dejado en casa a la Unidad Canina de Rescate de los bomberos de Huelva. Tras llegar de El Salvador, la unidad se puso a disposición del Gobierno indio, que rechazó su vital actuación por considerar 'ofensivo que un perro rastree una zona bajo la que se encuentran cadáveres y que el animal esté por encima de ellos', explicó Fidel Suárez, jefe de la unidad.

El lugar al que aún esperan ir a ayudar parece 'una zona bombardeada'. Desde el aire, 'lo que hemos visto era un terrible espectáculo de destrucción. La ciudad de Bhuj está completamente arrasada'. Así describían dos altos responsables indios el paisaje que pudieron contemplar tras un vuelo de reconcimiento por el oeste de India, donde miles de personas han desaparecido bajo los muros de Bhuj. 'No queda nada entre el cielo y la tierra. Todo ha sido destruido', comenta Dawood Ismail Siddhi. Mientras se prolonga la agonía de las miles de personas enterradas vivas, los supervivientes vagan por las carreteras de la zona buscando ayuda médica. Entre estos supervivientes se encuentran 188 reclusos de esta ciudad, que el viernes, contemplaron asombrados como el muro de la prisión desaparecía ante ellos. Ahora son prófugos además de supervivientes.

Paralelo al drama humano, inmediatamente surge la inquietud por el estado de las instalaciones de dos activos importantes de la zona: las centrales nucleares y los oleoductos. En un comunicado, la estatal Corporación de Energía Nuclear de India (CENI) trató de calmar las especulaciones, y afirmó que las instalaciones nucleares en Gujarat y Rajasthan 'están a salvo puesto que la magnitud del terremoto se encuentra por debajo de los parámetros diseñados' para una situación de riesgo. Según el texto, otras plantas nucleares de India seguían funcionando sin problemas.

Sin embargo, una enorme capa de petróleo se extendía ayer frente a las aguas del puerto de Kandla, en Gujarat, y se aproxima rápidamente a la costa. Dos barcos han partido desde el vecino puerto de Wadinar para intentar combatir la contaminación, de la que se ignora si procede de una ruptura del casco de un petrolero o de los daños causados en las bodegas de almacenamiento de petróleo del puerto de Kandla a causa del seísmo. 'En caso de que haya fisuras en el suelo de las bodegas y el petróleo se filtre hacia el mar, nos vamos a enfrentar a una enorme catástrofe ecológica', indicó un alto responsable indio.

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