¿Recuperará la Fira el terreno perdido?

Montjuïc 2, el recinto de la Fira en el polígono Pedrosa de L'Hospitalet, es una mancha de aceite en un páramo desolado. No hay hoteles, ni restaurantes, ni oferta lúdica en las calles entreveradas que bordean los accesos al recinto desde la Gran Via o desde el paseo de la Zona Franca. Los editores del Liber, sorprendidos por la angustia que provocan los bulevares periféricos, han decidido volver al Montjuïc de siempre. Allí cobijarán sus anaqueles a la sombra de las torres venecianas que presiden la entrada de la avenida de la Reina Maria Cristina. Por su parte, otros feriantes, como los de los salones Cosmobelleza o Caravaning, prefieren la crítica discreta de quien no cree en el presente pero sueña con el futuro.

La Fira ha cedido terreno frente a Ifema, de Madrid, que la aventaja ya en facturación. La duda de todos es si con el nuevo recinto de Montjuïc 2 recuperará el terreno perdido. De momento, la expansión tiene problemas de encaje en la ciudad. Los urbanistas creen que todo mejorará cuando estén listas la entrada de Pedrosa por la Gran Via y la conexión entre los dos recintos, Montjuïc 1 y Montjuïc 2. Para ello, el Consejo de Administración de la Fira, presidido por Jaume Tomàs, cuenta con la generosidad de los accionistas del consorcio: Generalitat (33%), Ayuntamiento (33%) y Cámara de Comercio de Barcelona (33%). La generosidad pasa por financiar el metro y esponjar el entorno meridional de Montjuïc de forma que se pueda atravesar la barrera de la avenida de la Zona Franca, auténtico muro entre ambos recintos.

Pese a todo, si se cumplen las previsiones, hay margen para el optimismo: con la ampliación, la Fira de Barcelona se situará entre las cinco primeras de Europa -junto a las de Birmingham, Francfort, Milán y Múnich- y por delante de la de Madrid, según los cálculos de la consultora KPMG Peat Marwick, expresados en los balances de la Asociación de Ferias de Europa. Los analistas consideran que la Fira de Barcelona va por delante de otras, como las de Düsseldorf y Bolonia, porque tiene más repercusión en la actividad económica de la ciudad.

Barcelona dispone ya de 110.000 metros cuadrados de superficie cubierta (70.000 en el recinto tradicional de Montjuïc y 40.000 en Pedrosa) y antes de diciembre de 2005 alcanzará 140.000. Es decir, la Fira de Barcelona tendrá más espacio que las de Bruselas (114.000), Bolonia (135.000) y Madrid (80.000), aunque menos que otras ferias internacionales, como las de Düsseldorf (203.000), Utrecht (181.000) y Basilea (142.000).

Montjuïc 2 , además de incrementar la superficie y la rotación de los salones, mejorará el impacto económico en la ciudad y la región. Las grandes ferias -Alimentaria, la del Automóvil, Expoquímica y Construmat-, que utilizarán a la vez los dos recintos, supondrán 100.000 millones de pesetas al año para la ocupación hotelera, el turismo, los transportes, la información y las comunicaciones, según las previsones de Peat Marwick.