Vivienda se gasta en Barakaldo 1.500 millones de pesetas para su plan de realojos más importante

La fórmula del realojo se utiliza desde hace varios años para propiciar la renovación urbana en Euskadi sin perjudicar seriamente a las familias afectadas. Actualmente, el Departamento de Vivienda, Medio Ambiente y Ordenación del Territorio asegura que cerca de 50.000 pisos, el 6,25% del parque de vivienda en el País Vasco, presentan necesidades de rehabilitación, desde reformas hasta derribos.

Barakaldo es uno de los municipios con problemas importantes de infravivienda, algunos de los que se resolverán con el plan Galindo. Este proyecto, con un presupuesto global de 11.500 millones de pesetas y financiación de la Unión Europea, actúa sobre las 50 hectáreas de terrenos que ocupaba Altos Hornos de Vizcaya junto a la ría del Nervión, donde se construirán 2.200 viviendas (525 de ellas protegidas), dos grandes avenidas, una plaza, un campo de fútbol y un área de actividades económicas que ya está en marcha, entre otras infraestructuras.

280 pisos para realojo

El desarrollo de este plan obliga al próximo derribo de viviendas en el barrio de El Carmen, por lo que en 1998 comenzó a construirse un edificio para realojar a las primeras 84 familias afectadas. En total, se habilitarán en esta zona de Barakaldo junto a la Ría 280 pisos para los realojos, a los que se sumarán otras 230 viviendas que serán de protección oficial.

Sin embargo, en los últimos años no se han solventado las discrepancias con los vecinos, que no están de acuerdo con el método elegido por el Ejecutivo autónomo. Ayer, el consejero Patxi Ormazabal advirtió a las familias de que si no aceptan las condiciones para ser realojados en nuevas viviendas, éstas comenzarán a ser entregadas a otras familias. Los vecinos exigen un cambio 'metro por metro' de vivienda vieja por nueva y que les sean entregadas en propiedad, en lugar de por un plazo de 75 años, una posibilidad descartada por el Gobierno vasco.

Ormazabal aseguró que si no se alcanzan acuerdos el realojo se iniciará con otros vecinos. 'No vamos a esperar in eternum a ver si estos señores se deciden a venir', recalcó. El Ejecutivo espera que las negociaciones puedan estar resueltas 'antes del verano', por lo que hasta entonces permanecerán vacías las 84 viviendas recién terminadas. Los vecinos deben abonar por estos inmuebles la cifra que resulte de restar del coste de las casas nuevas la valoración de sus actuales pisos, aunque el dinero que paguen superará los ocho millones.

Estos pisos, cuya obra ya fue recepcionada la pasada semana por el Ejecutivo, tienen entre 56 y 83 metros cuadrados de superficie y se incluyen inmuebles destinados a personas con minusvalías.

15.000 millones en mejoras

El viceconsejero de Vivienda, Miguel Ángel Delgado, incidió en que los nuevos pisos 'no son el problema, sino la solución. Lo que pasa es que la vivienda realojada se ofrece según la situación familiar y económica. El baremo no puede ser metro a metro porque a dos jubilados con un piso de 100 metros cuadrados no se le puede dar otra igual y en cambio a una familia con seis miembros se le ofrece en la futura vivienda más espacio que el que tienen ahora. Creemos que esta es la forma lógica de actuar', afirmó. Delgado reveló que los realojos en esta área de Barakaldo costarán al Gobierno vasco un total de 2.000 millones de pesetas, cifra que se quedará en 1.500 millones gracias al dinero que se obtendrá con la venta de viviendas de protección oficial. Estas cantidades se inscriben dentro de los 15.000 millones que este año destinará el Gobierno a operaciones de renovación urbana, según explicitó el viveconsejero de Vivienda.

Las estimaciones del Ejecutivo establecen que en los próximos cuatro años se debe intervenir en Euskadi sobre 150.000 viviendas, de las que un tercio son pisos con necesidades de rehabilitación, otros 50.000 proceden de demandantes de primera vivienda y los 50.000 restantes corresponden a quienes desean cambiar su hogar actual.