Preocupación entre políticos y empresarios por las protestas

Las protestas, los insultos, la pedrada en la sien o la caza indiscriminada del capitalista que desde Seattle practican los descontentos con la globalización no sólo han calado en la opinión pública. También han comenzado a sacar de sus casillas a los líderes mundiales, sean políticos o empresarios, que ven cómo están perdiendo la batalla mediática, además de sufrir los inconvenientes del acoso violento. Gallitos por primera vez, algunos de ellos protestaron ayer en Davos, más notablemente el ministro de Economía francés, Laurent Fabius.

'Los que venimos aquí desde hace cinco o diez años recordamos cómo antes lo hacíamos libremente. Ahora necesitamos que la policía nos proteja', dijo Fabius con irritación contenida. 'Si no prestamos atención a esa caricatura de que somos líderes globales que no representamos a la gente, esto se va a convertir en un verdadero obstáculo para un desarrollo equilibrado de la globalización'.

Sin citarlas, Fabius se refería a las decenas de ONG que acusan a los organismos multilaterales, desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial hasta organizaciones como el Foro Económico Mundial de Davos de empobrecer aún más a los miserables del mundo. Precisamente para hoy está convocada en Davos una protesta contra el Foro en la estela de Seattle, y las autoridades suizas han montado el mayor dispositivo de seguridad que recuerda este país en los últimos 30 años para tratar de evitar cualquier desastre.

'Tenemos también un problema de comunicación', apostilló el ministro de Finanzas de Suráfrica, Trevor Manuel, que conoce bien la problemática, pues fue presidente de la asamblea del FMI y del Banco Mundial en Praga, que acabó como el rosario de la aurora cuando centenares de violentos manifestantes antiglobalización trataron de asaltar la sede de la reunión.

'Esta noche, por ejemplo', dijo Manuel, 'la televisión sacará imágenes de este acto y dirá que se trata de una reunión cerrada de la élite del capitalismo'. 'Casi todos los aquí presentes hemos sido elegidos en las urnas por gente que tiene deseos y esperanzas de mejorar. Eso es democracia. No deberíamos pensar que están más legitimados porque son ONG'. El único no elegido presente en ese debate era Stanley Fischer, segundo de a bordo del FMI y uno de los villanos favoritos de los manifestantes antiglobalización.