El principal acusado del 'caso Priorat' afirma que es un montaje
Los denunciantes del caso Priorat son los malos. Enric d'Anguera, ex gerente del Consejo Comarcal del Priorat durante la gestión convergente del mismo y principal imputado en el juicio por las irregularidades detectadas en el organismo, culpó ayer al equipo de Jaume Figueras, de Unió Democràtica, de ' haber generado documentación para probar unos hechos que se habían denunciado y que no podían justificar'. D'Anguera se presentó así como la principal víctima de un montaje originado por el enfrentamiento que mantuvieron UDC y CDC en 1995 por la presidencia del consejo. El presidente convergente del consejo, Josep Maria Buil, también acusado en el caso, negó ayer tener conocimiento de la existencia de empresas fantasma montadas por d'Anguera y aseguró que daba su visto bueno a las gestiones del gerente 'por la confianza total' que había depositado en él.
D'Anguera se presentó como un técnico fiel en su traspaso de poderes después de que UDC se hiciera con la presidencia del Consejo Comarcal. 'Lo dejé todo explicado'. Incluso la existencia de dos empresas fantasma, Prior-Arq y Arcade, que él había creado para hacer posible el cobro de subvenciones por parte de la Generalitat. Según d'Anguera, el equipo entrante, con el democristiano como presidente y Marc Escolà como gerente, 'lo obstaculizó todo'. Concretamente, el cobro de subvenciones pendientes o la entrega de trabajos no finalizados para justificar las irregularidades denunciadas a su llegada al poder comarcal.
Reconocimiento
D'Anguera se vio obligado, eso sí, a reconocer que había creado las dos firmas para permitir el cobro de dos brigadas de trabajo mediante subvenciones de la Generalitat y que, según la fiscalía, también estaban sufragadas por el INEM en virtud de un plan de fomento de ocupación. El gerente también asumió que se había pagado a la empresa Eco-lògica por unos contenedores de vidrio que nunca suministró. A la empresa no se le reclamó el montante porque tenía otros trabajos pendientes de cobro. D'Anguera sólo pudo atribuir a 'un error' haber pagado en dos ocasiones por el mismo concepto a Eco-lògica.
El testimonio de d'Anguera se prolongó durante dos días y ayer tan sólo fueron las acusaciones las que pudieron interrogar al ex presidente del Consejo Comarcal, Josep Maria Buil. Buil se acogió a la 'plena confianza' depositada en el gerente para justificar su desconocimiento de las empresas que d'Anguera montó o el doble pago realizado a Eco-lògica, así como el hecho de que su firma constara en facturas puestas en tela de juicio. La vista oral se ha alargado hasta el martes dado el gran número de testigos que deben comparecer, entre los que figuran el consejero de Gobernación de entonces, Xavier Pomés, o Pere Pujol, hijo del presidente de la Generalitat, técnico de Eco-lògica.
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