Defensa financiará el Ejército profesional con la venta de sus cuarteles en Campamento

El convenio rubricado ahora por las cuatro administraciones pretende convertir en suelo urbano los nueve millones de metros que actualmente ocupan 20 instalaciones castrenses. En estos terrenos, una vez liberados, según explicó el subsecretario de Estado de Defensa, Fernando Díez Moreno, caben 18.371 pisos (con un coeficiente de edificación del 0,63). El 54% de las viviendas tendrán algún tipo de protección oficial. Pero estas cuentas son provisionales, porque habrá que esperar a que Defensa decida si quiere erigir su Pentágono en Campamento, una posibilidad que lleva sopesando desde 1994.

El Pentágono, según explicó el ministro, Federico Trillo, acogería la actual sede del ministerio en el paseo de la Castellana; el Cuartel General del Estado Mayor, ubicado en la calle de Vitrubio, y los cuarteles generales de los tres ejércitos, situados en Moncloa (Aire), plaza de Cibeles (Tierra) y paseo de Recoletos (Marina). A favor de la elección de la zona de Campamento juega su proximidad al Cuartel General del Mando Regional de la OTAN, con sede en Pozuelo.

El convenio de 1989

La operación, que ayer arrancó oficialmente con la firma del convenio, desempolva una gigantesca recalificación urbanística que empezó a planearse a finales de los años ochenta. En junio de 1989, el entonces ministro socialista de Defensa, Narcís Serra, y el presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina (del PSOE), firmaron también un convenio -al que se adhirió posteriormente el Ayuntamiento (gobernado por el PSOE)- para construir viviendas y oficinas sobre las instalaciones militares. Pero, en 1990, el pleno municipal, con mayoría ya del PP y CDS, rechazó suscribirlo. El acuerdo quedó aparcado.

En 1996, el Ayuntamiento, con mayoría absoluta del PP, aprobó un nuevo Plan General. La mayor parte de los terrenos de Campamento (6,8 millones de metros cuadrados) quedó calificada como suelo urbanizable no programado. Es decir, en él no se podría edificar hasta que se diseñase un programa de actuación urbanística que incluyera la desafectación de los edificios militares. Ayer, las administraciones central, autonómica y municipal firmaron por segunda vez el convenio que lo permitirá.

Las cuatro administraciones se han dado un plazo de tres años para tener acabada la operación. Trillo aseguró que en ese tiempo se 'determinarán los instrumentos y planeamientos de todo el área afectada'. Pero Trillo dejó claro que no está dispuesto a perder dinero con esta maniobra. 'Defensa no da nada gratis, porque necesitamos optimizar esta operación', admitió. Con las plusvalías obtenidas, el ministro añadió que se financiará la modernización y profesionalización del ejército.

Por su parte, Alberto Ruiz-Gallardón, presidente regional, destacó que 'la transformación de estas instalaciones en espacios residenciales, zonas verdes e infraestructuras deportivas representa un gran avance para la definición de Madrid como un espacio habitable'. Ruiz-Gallardón insistió en que el sur de la región será el gran beneficiado por la operación. El alcalde, José María Álvarez del Manzano, incidió en que la operación sacará al mercado un gran número de viviendas. 'Si se oferta más, la demanda se verá beneficiada por una reducción de costes', dijo. Por su parte, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, ofreció la ayuda de su ministerio a una operación que tildó de 'modelo de entendimiento' entre administraciones.

Sin embargo, el portavoz del PSOE-Progresistas del Ayuntamiento, Rafael Simancas, advirtió de que la Operación Campamento se convertirá en 'la operación chollo y se limitará a que unos cuantos especuladores urbanísticos se embolsen cientos de millones en plusvalías por construir viviendas de lujo'. Simancas consideró que esta operación debería generar nuevas zonas verdes, así como un hospital y residencias para la tercera edad.