Bush propone un 'cheque escolar' para los alumnos que fracasen en la escuela pública
En su primera comparecencia desde la Casa Blanca y su debú como promotor de legislación, Bush se vistió su traje más liberal. 'Debemos enfrentarnos al escándalo del analfabetismo; tenemos que asegurar que ningún niño se quede atrás', dijo, utilizando lemas del progresista Children's Defense Fund. Bush, al que acompañaba su secretario de Educación, el afroamericano de Tejas Rod Paige, citó los datos que demuestran que los niños y adolescentes de EE UU están retrasados con relación a los de otros países occidentales a la hora de leer, escribir y hacer los cálculos matemáticos más elementales. Y recordó que esa situación es 'alarmante' entre los grupos sociales más pobres y las minorías raciales y culturales. 'La educación es un desafío nacional, una tarea en la que debe participar el Gobierno federal y la prioridad de mi presidencia', dijo Bush. Una encuesta de Gallup para CNN difundida ayer confirmó que también es la principal preocupación de una amplia mayoría de los norteamericanos.
Antes de comparecer en público en la Casa Blanca, Bush explicó en privado su programa a un grupo de legisladores republicanos y demócratas, incluido el senador Edward Kennedy. Todos estuvieron de acuerdo con la idea básica: que, aunque su gestión dependa de las autoridades locales, comarcales y estatales, el Gobierno federal debe introducir en las escuelas públicas de EE UU el principio de responsabilidad por los resultados de los alumnos. Uniendo su espíritu empresarial y la pasión por la enseñanza que le ha trasmitido su esposa, la maestra y bibliotecaria Laura, Bush cree que hay que garantizar la rentabilidad del dinero de los contribuyentes invertido en la educación pública. El nuevo presidente desea que su plan -'con todas las correcciones necesarias'- sea aprobado por el Congreso antes del verano, para que entre en vigor el próximo curso escolar. El plan consta de estas cuatro partes:
- Todas las escuelas públicas deben someter anualmente a todos sus alumnos a exámenes de lectura y matemáticas, lo que no es el caso actualmente.
- Los centros son responsables de los resultados de los alumnos. Tienen que garantizar que saben leer, escribir y hacer cálculos matemáticos antes de los 10 años, lo que tampoco ocurre ahora.
- Las escuelas de los barrios pobres recibirán ayuda financiera del Gobierno federal para que puedan alcanzar los nuevos niveles mínimos de exigencia.
- Los padres y alumnos deben tener alternativas frente a las escuelas públicas de mala calidad. Si un centro ha recibido durante tres años consecutivos el suspenso de las autoridades, los padres podrán reclamar que se les entregue directamente el dinero público, para que puedan enviar a sus hijos a centros privados. Son los célebres vouchers o cheques escolares.
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