Juan Echanove y Luisa Martín reviven el humor negro de 'El verdugo'

Un año después de su estreno en Barcelona, El verdugo se representará en Bilbao hasta el próximo 3 de febrero. Posteriormente, la gira pasará por Vitoria (Teatro Principal, 7 y 8 de febrero) y Pamplona (Teatro Gayarre, 20 y 21).

El director del montaje advirtió de que sorprenderá a quienes recuerdan la película, estrenada en el año 1963. El responsable de la adaptación, Bernardo Sánchez, explicó, ha reelaborado el magistral guión de Berlanga y Azcona 'perfilando los personajes'.

Echanove encarna a José Luis, al que dio vida en el cine Nino Manfredi, y Luisa es Carmen, la hija del verdugo, interpretada en la película por Emma Penella. El protagonista en el teatro no quiso tomar como referencia el trabajo de Manfredi. Su forma de interpretar 'es mediterránea, con las connotaciones de los actores italianos que parece que están siempre cabreados', contó Echanove. Azcona le recomendó que procurara hacer un José Luis 'ibérico', y el actor le ha hecho caso. 'Es un ser humano cercano, un individuo de muy pequeñas miras en la España desarrollista de los años 60', añadió el actor.

Luisa Martín señaló que en la narración teatral los protagonistas forman una pareja unida por el amor, a la que la vida estropea los sueños que construyeron juntos. Ellos cuentan en El verdugo una historia que quiere reflexionar más allá del evidente tema de la pena de muerte. La capacidad de decidir sobre la existencia, la fragilidad del ser humano y las hipotecas que pesan sobre la vida se suceden a lo largo del argumento.

La escenografía, sencilla pero capaz de crear más de una decena de cambios, y la iluminación han sido elegidas para evocar el ambiente de la España de los años 60, en la que estaba vigente la pena de muerte. 'Hay muchas diferencias. No existe el que aplicaba la pena de muerte, ni el país que permitía que existiera la pena de muerte', prosigue Echanove. 'Pero muchos rasgos de los personajes siguen'.

El actor aseguró que el equipo de este montaje no pretende seguir readaptando para el teatro las películas de Berlanga y Azcona. 'No hemos dado con un filón', dijo. 'El mérito ha sido no adulterar el proyecto de El verdugo', concluye