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Tribuna:¿Es legal que los Ayuntamientos fleten autobuses?
Tribuna
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Los andaluces denuncian

El pasado sábado se produjo en Algeciras una de las manifestaciones más importantes de los últimos tiempos en Andalucía. La totalidad de partidos con representación parlamentaria, a excepción del PP, ayuntamientos y diputaciones, las principales centrales sindicales, ecologistas, pacifistas, etcétera, y miles de ciudadanos respondieron a la llamada de la Plataforma Anti-Submarino, que desde la primavera pasada protesta por la presencia del submarino nuclear Tireless en Gibraltar.

A primera vista, lo contundente del número de manifestantes (unos 60.000) y de la unidad de acción política y social podría llamar la atención, sin embargo basta escarbar un poco para ver que dicha contundencia no es más que la respuesta casi unánime a un problema de riesgo nuclear, que afecta directamente a los campogibraltareños y a los andaluces en general.

No existe ningún impedimento legal para que una institución se solidarice con cualquier asociación

Esa es la esencia del problema. No estamos hablando de 'submarinos amarillos', ni de 'autobuses y bocadillos', estamos hablando de 'riesgo de accidente por reparación del circuito de refrigeración de un reactor nuclear'. Y frente a una realidad tan rotunda los campogibraltareños y demás andaluces tozudamente nos preguntamos por qué nos toca a nosotros, por qué aparece un submarino británico nuclear averiado en Gibraltar y no se queda en Malta o en Sicilia, por qué navegó por aguas jurisdiccionales españolas sin que pasara nada, por qué la información es siempre contradictoria o simplemente no existe, por qué tenemos que soportar un riesgo nuclear que no corresponde ni a Andalucía ni a España, por qué...

Evidentemente la situación no es cómoda para el Gobierno de Aznar, pero es que 'los problemas van con el sueldo'. Y su problema, señores del Gobierno de España, es que todavía no se han enterado de que estamos ante un problema de Estado de riesgo grave para la salud de las personas. Es problema de Estado por el tipo de riesgo, nuclear, y por afectar a las relaciones internacionales, y es de salud porque cualquier fallo en la reparación podría degenerar en contaminación radiactiva para personas, territorios y costas. Eso es lo que hace que todos los demás nos unamos. Y si no lo entienden, pregúntenles a sus propios afiliados de la comarca campogibraltareña, algunos de los cuales tuvieron la valentía de manifestarse junto al resto de sus conciudadanos.

Frente a entender lo obvio, la postura de la señora Martínez, el señor Arenas y sus adláteres es elucubrar sobre los autobuses, puesto que al parecer siguen sin explicarse por qué fue tan masiva la manifestación. De hecho, lo último consiste en denunciar a los ayuntamientos que pusieron autobuses a disposición de los ciudadanos que quisieron asistir a la manifestación. Podríamos barajar muchos argumentos al respecto: primero, la señora Martínez es especialista en eso de llenar autobuses de manifestantes (recordemos Astilleros) y podría autodenunciarse para dar ejemplo; segundo, no existe ningún impedimento de naturaleza legal para que cualquier institución pueda solidarizarse con cualquier asociación o grupo de asociaciones; tercero, existen ciudadanos con escasos recursos que no habrían podido ejercer sus legítimos derechos políticos y las instituciones pueden arbitrar medios para que puedan hacerlo; cuarto, existen situaciones jurídicas similares, aunque mucho menos altruistas, como los acompañamientos de empresarios en viajes oficiales de autoridades, comúnmente aceptados, etcétera.

No obstante, todos estos argumentos, que evidencian la inviabilidad de cualquier denuncia del PP, no dejan de ser algo insignificante ante la realidad de la que antes hablábamos y que se resume en que: la mayoría social y ciudadana andaluza quiere que el Tireless se arregle en un puerto británico acondicionado a tal fin y preparado para riesgos nucleares, por ello se manifestó el pasado sábado. Señores del PP: cuando ustedes lleguen a entender eso, probablemente entiendan también que en lugar de denunciar a algunos ayuntamientos por fletar autobuses es mejor denunciar la presencia de ese riesgo nuclear en Andalucía, como hemos hecho el resto de los andaluces en Algeciras.

Luis Ángel Hierro es profesor de Economía del Sector Público de la Universidad de Sevilla y diputado por el PSOE en el Parlamento andaluz.

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