Elorza reconoce que es difícil evitar las pancartas durante la fiesta

Una enorme pancarta en favor de la amnistía desplegada media hora antes de la apertura de la fiesta desde el mismo estrado en el que formaba la tamborrada de Gaztelubide, encargada de acompasar la izada de la bandera en la plaza de la Constitución, demostró en la madrugada de ayer hasta qué punto resulta difícil impedir que las organizaciones del entornode ETA ocupen con sus signos y mensajes el espacio festivo el día de San Sebastián. Además, por la plaza se pudo ver una veintena de banderas y pancartas en favor de los presos, e incluso se desplegó en el centro de la misma, entre el público, un cartel de grandes dimensiones con la enseña de ETA -el hacha y la serpiente-, que se recogió una vez terminado el acto.

El alcalde, Odón Elorza, destacó que, a diferencia de otros años, ninguna de estas pancartas con consignas radicales colgaba desde los balcones del edificio de la Biblioteca Municipal en el momento de izar la bandera, como ha solido ser habitual. Para ello Elorza había impedido este año el acceso al mismo, salvo a los periodistas acreditados para cubrir el acto de la izada.

Elorza reconoció que las pancartas no añaden nada positivo a la fiesta; más bien al contrario, 'crean una politización innecesaria y generan rechazos'. El alcalde se defendió de las críticas de la oposición por haber impedido el acceso de los concejales al edificio y justificó la decisión porque la mayoría de los concejales no nacionalistas 'no pueden ir con tanta facilidad como otros por la Parte Vieja, ni acceder a ese edificio así como así'. La portavoz del PP en el Ayuntamiento, María San Gil, declaró que la ausencia de concejales en la izada de la bandera denota que 'en este país no se dan circunstancias de normalidad'.

El obispo, Juan María Uriarte, reivindicó la fiesta como 'algo necesario', y más aún 'en esta sociedad que está viviendo momentos complicados', durante la homilía de la misa oficial celebrada en la Basílica de Santa María.