Francia no ha sido informada del caso de Cantabria
Un portavoz del Ministerio francés de Agricultura manifestó ayer a EL PAÍS que su departamento 'no está en absoluto al corriente' de que una vaca joven, exportada por Francia, haya dado positivo en Cantabria en la prueba de la encefalopatía espongiforme bovina. Preguntado si la información tendría que haber llegado a ese departamento en caso de que las autoridades españolas lo hubieran comunicado, el portavoz confirmó que así debería haber sido, pero insistió en que la llamada de este periódico era la primera noticia sobre el asunto. Agricultura mantiene una célula permanente de seguimiento de la enfermedad.
El portavoz del departamento que dirige Jean Glavany se interesó por saber quién había dado exactamente la información en España y en qué fecha se habría producido la aludida exportación, dato este último tampoco disponible en España, donde simplemente se ha dicho que la vaca llegó antes de que se cerrara la frontera a la importación de reses francesas.
La Embajada española en París no ha recibido, hasta el momento, petición alguna de intervenir. El hecho de que la vaca fuera enviada desde Francia antes de la moratoria excluye, en principio, la idea de que esa exportación fuera irregular.
Entretanto, el director general de Ganadería de Cantabria, Ángel Martínez Roiz, mantuvo el silencio sobre la edad exacta de la vaca , que el día anterior el consejero había definido comonovilla (menor de dos años), es decir, por debajo de la edad de detección. Martínez Roiz simplemente dijo que acaso no había cumplido los tres años. El animal pereció en un establo de Cantabria el día 9 de enero y la Consejería, antes de enviar los restos para su incineración en una planta de la provincia de León, extrajo muestras del encéfalo que remitió con urgencia al Laboratorio de Algete (Madrid), donde finalmente se reveló la dolencia. El diagnóstico deberá ser ratificado ahora por el Laboratorio Nacional de Referencia, en Zaragoza.
De momento, la Consejería tampoco ha revelado el nombre del ganadero afectado en evitación de provocarle un perjuicio en el caso de que finalmente se demuestre la positividad.
