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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

Los ecuatorianos 'sin papeles' inician en Lorquí un tercer encierro

Un grupo de unos 30 inmigrantes ecuatorianos comenzó ayer un encierro en el centro cultural de Lorquí (Murcia), sumándose así a las protestas registradas a comienzos de semana en Lorca y Totana. Los protagonistas de la protesta piden la derogación de la reformada Ley de Extranjería y la legalización de 'todos' los inmigrantes que se encuentran en situación irregular.

Los trabajadores ecuatorianos se han planteado el encierro con carácter 'indefinido', aunque se relevará a los encerrados cada 24 horas. Lorquí es una población de alrededor de 5.000 habitantes en la que viven unos 250 ecuatorianos.

El presidente de la Asociación de Inmigrantes de Lorquí, Lenin Duque, justificó la decisión de sumarse a las protestas, iniciadas en Lorca en la madrugada del lunes, por la repercusión que para la comunidad inmigrante 'en general' tendrá la aplicación de la nueva Ley de Extranjería a partir del 23 de enero.

Una gran pancarta colocada en el escenario del centro cultural resumía los objetivos de la nueva protesta, coincidentes punto por punto con los encierros de Totana y Lorca. La derogación de la Ley de Extranjería, la concesión de una exención colectiva de visado, la supresión de las expulsiones de inmigrantes y la unión de 'todos los actores sociales'.

Vista del cónsul

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El cónsul honorario de Ecuador en Murcia, Juan Bastidas, visitó ayer a los encerrados en Lorca para ofrecerles su apoyo moral. En un breve discurso, el diplomático subrayó el, a su juicio, carácter 'puntual' de su situación de ilegalidad en España.

'Están ustedes viviendo en una situación de irregularidad en papeles que se ha dado ante una ley que aparece el día 23, luego lo suyo es coyuntural. Yo creo que el Gobierno español va a poner dentro de la ley, humanamente, todo lo que sea Representantes de los inmigrantes se reunieron a mediodía en Lorca con el párroco de la iglesia de San Mateo, José Carrasco Pellicer, a quien le pidieron que les dejara seguir adelante con la protesta en las dependencias del salón social. El párroco, que accedió a la prórroga, dio su permiso para un encierro de tres días.

José Carrasco Pellicer aseguró ayer que el presidente de la Conferencia Episcopal de Ecuador, Néstor Herrera Heredia, le había mostrado su desagrado ante las protestas mantenidas por sus compatriotas. 'No compartimos esa actitud y desaprobamos este abuso de la hospitalidad que ustedes les brindan', afirma en una carta el obispo ecuatoriano.

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