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Trabajadores de Santana negocian sus condiciones laborales

Los miembros del comité de empresa de Santana Motor, la empresa automovilística de Linares (Jaén), siguen negociando con la Consejería de Empleo las condiciones de los trabajadores que pasarán a empresas privadas cuando entren socios financieros en la escindida Componentes del Sur y se produzcan nuevas divisiones. La propuesta que ayer presentó la Junta en la reunión convocada en Sevilla con los representantes de los trabajadores, contó con la oposición frontal de los sindicatos.

Las negociaciones se alargaron durante la noche y a las 21.00 horas comenzaron a discutir la contrapropuesta que elaboraron de forma conjunta UGT y CC OO. El comité de empresa no está dispuesto a aceptar que el posible socio privado que entre en la nueva compañía, dedicada a la fabricación de componentes, pueda imponer unas condiciones diferentes a las que establece el convenio colectivo de Santana.

'Si ahora llega un empresario y se hace con el 70% ó el 80% del capital de poco servirá que esté la Junta de Andalucía como socio minoritario. Impondrá sus condiciones laborales a no ser que estén pactadas antes', resaltó desde UGT Enrique Martínez. Son 518 los trabajadores de Santana que desde el día ocho de enero trabajan en la nueva empresa de componentes. Aunque ahora desarrollan las mismas funciones que antes de la segregación, lo que temen son las condiciones que impongan los nuevos propietarios.

Matices fundamentales

Las negociaciones se estancaron desde el inicio de la reunión de ayer cuando la Junta presentó un documento rechazado por el comité. 'Discutimos matices que son fundamentales porque no nos podemos olvidar de que hay trabajadores que llevan 30 años en Santana', indicó Martínez, quien se mostró, no obstante, optimista sobre un posible acuerdo.

Los sindicatos, explicó el miembro de UGT, no quieren que en la negociación que ahora entablan con la Junta como actual propietario de Componentes del Sur se puedan quedar flecos de los que luego se arrepientan. 'Nos están sirviendo de ejemplo algunos casos de industrias de la provincia que se dejaron muchas cosas en las negociaciones', resaltó. Se refería a casos como el de Molina, empresa que tuvo que privatizarse al declarar ilegal la UE unas ayudas de la Junta y que ahora se enfrenta a una regulación temporal de empleo, junto a los cambios de planes de inversión de los actuales dueños, Campofrío.

El escollo en las garantías de los empleados de Componentes del Sur hizo que apenas se hablase en esta reunión del resto de temas que tienen que negociar trabajadores y Junta. Sólo se aludió a un nuevo enfrentamiento que surgirá con las prejubilaciones que pretende Empleo. Los sindicatos creen que 500 personas son demasiadas y quieren que los ingresos de los prejubilados no se queden en el 90% del salario neto, como se está plantea ahora.

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