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Columna
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Ley del Menor

Los delitos cometidos por menores son los que más nos escandalizan, al tiempo que evidencian el enorme fracaso social que supone el hecho de que, por ejemplo, un adolescente mate a sus padres, o dos niñas maten a una amiga, o un chaval apuñale a otro. Es más difícil aceptar la muerte de un joven que la de un viejo e, igualmente, es más tremendo y complicado aceptar el perdón a un delincuente niño que a un delincuente viejo. La Ley del Menor no ha venido a perdonar a los asesinos liberándoles del precio que deben pagar a la sociedad por sus delitos, pero sí viene cargada de razones democráticas para hacer efectiva, o al menos intentar hacer efectiva, la reinserción social de un menor delincuente. No es un invento que la cárcel lejos de ayudar a la reinserción, produce efectos contrarios, con raras excepciones, que por serlo suelen ser notorias. El delincuente que entra en la cárcel, más si es joven, suele hacerlo para salir de ella marcado para siempre. Por supuesto que no aceptar esto da tranquilidad a todo el mundo, pero ello no quiere decir que las cosas ocurran de otra manera. La Ley del Menor viene a tratar de evitar que el delincuente menor quede convertido para siempre en delincuente y tenga la oportunidad de salir del horrible paso convertido en un ser sociable, una vez pagado a la sociedad el precio que le debe pagar por su delito. La Ley del Menor quita cárcel a los menores, el lugar de internamiento pretende ser un lugar de reeducación, de atención, para conseguir efectos contrarios a los de la cárcel. Y sin embargo duelo...

En Andalucía, un total de 30 jóvenes en prisión preventiva han sido excarcelados desde el sábado y otros 250 se beneficiarán en los próximos dos meses de la nueva ley. El corazón me pone del lado de los padres de las víctimas de niñas y niños asesinos, pero la cabeza me dice que sólo siendo generosa, siendo justa, siendo capaz de no condenar de por vida, una sociedad es mejor. Y duele, no quiere decir que no duele... Por cierto, las presuntas asesinas de Klara llevan más de seis meses esperando juicio, salen a seguir esperando, ¿hay medios para que el juicio sea rápido? Eso también es justicia, porque si ahora están en la calle otra eternidad esperando juicio, será el primer e insoportable fracaso de la ley. Nadie puede escurrir el bulto.

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