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Hallado el cadáver de uno de los siete marineros gallegos que naufragaron en aguas de Portugal

Xosé Hermida

Los peores augurios tomaron cuerpo ayer al mediodía con el hallazgo del cadáver de uno de los siete tripulantes del pesquero gallego Fátima desaparecidos el pasado jueves tras el hundimiento del barco, a unas 160 millas al oeste de Lisboa. Las esperanzas de encontrar supervivientes son muy remotas. En el Fátima trabajaban once marineros, cuatro de los cuales lograron ponerse a salvo en una balsa y fueron recogidos por un mercante israelí.

El Fátima, un pesquero de 23 metros de eslora, construido hace 10 años, con base en el puerto de A Guarda (Pontevedra) y propiedad de la armadora viguesa Dojoma, se hundió a las 13.30 horas del jueves. El barco se dedicaba a la pesca del pez espada en aguas portuguesas. 'Primero sentimos un fuerte golpe de mar, seguido de dos sacudidas', relató Francisco Durán, uno de los supervivientes, a la emisora Radio Galega. 'Todo se inundó rápidamente y aunque tratamos de achicar agua, la bomba se quemó. El barco quedó clavado y empezó a escorarse'.

Los marineros lanzaron al agua las dos lanchas salvavidas. A una de ellas lograron subirse cuatro de los tripulantes. La otra, sin embargo, se enganchó entre las antenas del barco debido a su escora y, según Francisco Durán, 'el mar se la tragó'. 'A los hombres les dio tiempo a tirarse al agua y a agarrarse a lo que pudieron. Pero ninguno llevaba puesto el chaleco salvavidas', agregó Durán.

Los cuatro supervivientes fueron recogidos poco después por el Zinc Pacific, un mercante israelí que navegaba por la zona y que les dejará la próxima semana en el puerto canadiense de Halifax, donde concluye su singladura. Además de Francisco Durán, vecino de A Guarda, los otros tres marineros que se salvaron son Juan López Casáis, Juan Manuel Crespo González y Manuel Martínez Estévez, los tres con domicilio en Fisterra (A Coruña).

Durante la tarde del jueves y la mañana de ayer, aviones y helicópteros portugueses, junto a un remolcador español y una veintena de pesqueros gallegos, rastrearon infructuosamente la zona del naufragio, donde había olas de hasta seis metros. Poco después del mediodía, el pesquero Mouxo, también con base en A Guarda, encontró el cadáver de un hombre aferrado a una boya. Aún no ha sido identificado. Los desaparecidos son todos vecinos de localidades pontevedresas: Manuel dos Santos Carromeu, de Vigo; Manuel Rodríguez González y Joaquín Cividanes Franco, ambos de Tui; José Manuel Vicente Gómez y Antonio Gómez Rodríguez, de A Guarda; y Pablo Trigo Quintas y Vicente Cerdeira Quintas, de Baiona.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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