Loyola de Palacio denuncia ante la Audiencia el fraude del lino que reventó bajo su mandato

Loyola de Palacio ha decidido ponerse la venda antes de la herida. En un radical cambio de actitud, la ex ministra de Agricultura y actual vicepresidenta de la Comisión Europea presentó el lunes pasado una denuncia ante la Audiencia Nacional para que investigue el fraude del lino en España, que reventó durante los tres años (de mayo de 1996 a abril de 1999) en que ella dirigió Agricultura. La ex ministra siempre mantuvo que se trató de 'un montaje electoral del PSOE'. Ahora admite que pudo haber 'un fraude generalizado', pero por la falta de control de los Gobiernos autónomos.

El cambio de actitud de la ex ministra se produce precisamente sólo unos días antes de que se difunda el informe definitivo de la Oficina Antifraude de la Unión Europea (OLAF), que ya adelantó a finales del año pasado sus sospechas de la existencia de un amplio fraude en el sector del lino en España. Además, la Fiscalía Anticorrupción española mantiene que se produjo 'un fraude generalizado' y prepara siete querellas contra cazaprimas del lino que pueden afectar a algunos ex colaboradores de De Palacio.

La denuncia será analizada por el juez Baltasar Garzón, quien ayer mismo comunicó a los abogados de De Palacio que ésta o sus representantes legales deberán ratificar la denuncia el próximo 22 ante la Audiencia Nacional. Pero, por encima incluso del ámbito judicial, el fraude del lino puede acabar abriendo una grave crisis política en la actual Comisión Europea, de la que De Palacio es vicepresidenta. La Comisión está suficientemente sensibilizada después de que el anterior Ejecutivo comunitario dimitiera en pleno hace dos años ante las sospechas de algunos casos de corrupción.

De Palacio eludió ayer dar explicación alguna sobre su decisión. Uno de sus asesores insistió en que la ex ministra no deseaba hacer comentarios 'por el momento'. El portavoz de la Comisión, Jonathan Faull, se limitó a decir que De Palacio había tomado una iniciativa 'personal, como ciudadana particular', y no como miembro del Ejecutivo europeo. No obstante, Faull aseguró que De Palacio había informado de sus intenciones al presidente de la Comisión, Romano Prodi. Aunque no pudo aclarar si el paso dado por la vicepresidenta ha sido una estrategia política de ambos para intentar poner sordina a los efectos políticos que el caso tendrá en Bruselas en las próximas semanas.

El fraude, según Anticorrupción, se produjo durante las campañas 1997/98 y 1998/99, años en que el cultivo de lino en España creció enormemente al abrigo de las sustanciosas subvenciones que recibían los agricultores que dedicaban sus tierras a esa planta. Una vez destapado el supuesto fraude, presentaron su dimisión el presidente del Fondo Español de Garantía Agraria, Nicolás López de Coca (responsable de la distribución de fondos comunitarios en el Ministerio de Agricultura), y el director financiero de la empresa pública Mercasa, Gonzalo Ruiz Paz. Ambos tenían negocios familiares relacionados con el cultivo y la transformación del lino y se beneficiaron de las ayudas comunitarias.

Durante la campaña de las elecciones europeas de 1999, Loyola de Palacio, como cabeza de lista del Partido Popular, mantuvo que el supuesto fraude era sólo 'un montaje electoral del PSOE' y culpó a los presidentes autonómicos del PSOE, y especialmente al de Castilla-La Mancha, José Bono, de no haber ejercido suficiente control al respecto en sus autonomías. Una comisión parlamentaria concluyó que no existían pruebas de irregularidades.

Una vez designada como candidata a ocupar una de las dos vicepresidencias de la Comisión, De Palacio tuvo que responder ante el Parlamento Europeo sobre el caso del lino. Entonces aseguró que las responsabilidades políticas al respecto estaban 'zanjadas', y añadió que ella dimitiría si en el actual Ejecutivo europeo se produjera un caso de presunta corrupción como el que desencadenó la caída de la Comisión anterior.

Ahora, y ante el informe definitivo de la oficina europea antifraude, paralelo a las investigaciones judiciales, la presencia de De Palacio en el seno de la Comisión Europea puede resultar delicada y hasta incómoda para el resto del Colegio, empezando por su presidente, el italiano Romano Prodi.