La ley en cómic

¿Cómo explicar a los menores la forma de reaccionar ante situaciones que tienen que ver con la policía o la justicia? Ésta es la pregunta a la que se enfrentaron abogados, trabajadores sociales y educadores que integran la Colla Xicalla, un grupo formado por personas acostumbradas a trabajar con menores con problemas. La solución que encontraron está en Evitar no es tragar, un cómic en el que se abordan de forma amena aspectos relacionados con la nueva ley del menor. 'Hay jóvenes que han pasado 20 veces por el juzgado y no tienen ni idea de lo que les ha pasado', apunta uno de los miembros de la asociación. Para hacer frente a esta situación y poner freno al desconocimiento en materia judicial que suelen tener los menores, hace unos dos años miembros de la asociación Teuladí del Barrio del Cristo, del Colectivo del Barrio de la Coma, de la asociación Iniciatives Solidàries y de un grupo del Parque Alcosa -un barrio situado entre Catarroja y Alfafar-, entidades que aportan mimbros a la colla Xicalla, se pusieron en marcha y tras numerosas modificaciones y actualizaciones, forzadas por la evolución de la ley del menor, el trabajo desembocó en la elaboración del cómic, presentado el 19 de diciembre pasado en el Teatre del Carmen.

El texto cuenta con información básica, elaborada en un tono directo y tiene un destinatario claro: los chavales con problemas a quienes a duras penas llega información por otras vías. A lo largo del cómic se exponen los derechos que se reconocen a los menores en la ley. De esta forma, se señala que los guardias de seguridad no pueden detener, que los jóvenes no están obligados a declarar o que tienen derecho a tener un abogado o a una revisión médica. Además de la fase de la detención, el cómic explica el procedimiento, las medidas provisionales que se pueden tomar con los menores -interna-miento, libertad vigilada o convivencia con otra persona-, en qué consiste la audiencia y la sentencia. Otro de los aspectos recogidos son las distintas medidas que se pueden imponer a los menores en el caso de encontrarles culpables del delito: la amonestación, libertad vigilada, prestaciones en beneficio de la comunidad o medidas de internamiento.

Una vez elaborado, el cómic pasó por un peculiar prueba de control de calidad. Se presentó el texto a menores del barrio de La Coma para que lo leyeran y detectaran problemas, básicamente derivados de expresiones excesivamente técnicas que impidieran la comprensión de las viñetas. Palabras como sobreseimiento o calificación fueron eliminadas y se cambiaron por expresiones que no plantearan problemas. Fuera del texto, se han quedado las valoraciones sobre la nueva ley. Miembros que han participado en la elaboración del cómic, la consideran más penalizadora que la anterior, a la que atribuyen mayor peso educativo, además de señalar que faltan medios para ponerla en marcha con garantías.

La tirada inicial de 1.000 ejemplares se ha quedado corta tras haber sido distribuidos entre diversas asociaciones y colectivos que colaboran con menores, por lo que se está estudiando elaborar una nueva edición. Y ello a pesar de que en la presentación se invita a los lectores a fotocopiar el comic o reproducirlo 'de cualquier otra forma'.