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LA OFENSIVA TERRORISTA

Una pareja de policías urbanos detiene en Barcelona a dos etarras que llevaban 15 kilos de explosivos

Los terroristas no ofrecieron resistencia ante la rápida actuación de los agentes municipales

La profesionalidad con que actuaron los dos agentes fue destacada desde diversos sectores políticos y policiales, pues antes de producirse las detenciones, ambos eran conscientes de que abordaban a dos posibles etarras. Sobre las 3.35, la patrulla municipal, compuesta por un hombre y una mujer de unos 37 años, observó un Renault 19 de color blanco, con matrícula B-5432-MY, al final de la avenida Paral.lel, muy cerca del puerto. José Ignacio Cruchaga conducía y Liarni Armendáriz estaba situada detrás. Al comprobar que la matrícula trasera estaba mal colocada, los policías sospecharon y les abordaron en el siguiente semáforo.

En cuanto se vio encañonado, Cruchaga advirtió a los policías de que eran etarras y pidió que no disparasen. El Renault 19 de color blanco, un modelo que los terroristas suelen emplear porque resulta muy fácil de robar, había sido sustraído el 7 de diciembre pasado en L'Hospitalet de Llobregat. En esta ocasión el coche llevaba matrícula falsa.

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Tanto el alcalde de Barcelona, Joan Clos, como la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García Valdecasas, destacaron el hecho de que hayan sido dos policías urbanos quienes detuvieran a dos de los integrantes del comando Barcelona, cuya última víctima mortal fue un agente de ese cuerpo, Juan Miguel Gervilla, de 38 años, asesinado de dos tiros en la cabeza el pasado 20 de diciembre. 'Estas detenciones son, de algún modo, una recompensa por la muerte de Gervilla. Es poner las cosas en su sitio', dijo el socialista Joan Clos.

A última hora de anoche, la policía registraba un piso utilizado por los etarras situado en el número 14 de la calle Mònec, a apenas unos 200 metros de la Jefatura Superior de Policía de Vía Laietana, donde los dos supuestos terroristas habían sido interrogados durante todo el día.

En el piso se encontró un arsenal: más de 40 kilos de explosivos con los que la policía considera que podrían haberse realizado un mínimo de cinco atentados, varios temporizadores, sistemas electrónicos para activar los artefactos, tubos lanzaderas, decenas de matrículas en blanco o impresas y un ordenador. Durante el registro, la policía trasladó a la vivienda a Cruchaga, a quien se le habían intervenido las llaves del inmueble en el momento de ser detenido.

La policía disponía también de datos sobre un posible segundo piso utilizado por el comando, cuya localización no había sido concretada al cierre de esta edición. También se barajaba la posibilidad de que se produjera la detención de alguna otra persona relacionada con los detenidos.

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