La subasta de suelo municipal en Valencia eleva el precio de la vivienda 35.000 pesetas por metro
Los promotores de vivienda están obligados a ceder al Ayuntamiento un 10% de la edificabilidad de los planes de actuación que desarrollan. Benjamín Muñoz, gerente de la asociación de promotores de Valencia, explica que esa cesión se suele compensar a través de solares porque sería ridículo ceder pisos al Ayuntamiento. De esa manera, el gobierno municipal recibe suelo en las zonas sobre las que se desarrollan las nuevas construcciones en la ciudad.
El Ayuntamiento puede actuar sobre esos solares con la construcción de dotaciones y tiene la posibilidad de convocar concursos para la construcción de viviendas de protección oficial (VPO), por ejemplo, pero suele subastar el suelo.
Los precios de salida de las subastas de suelo municipal están determinados por el valor catastral. Pero cuando los constructores privados pujan por un solar multiplican el valor de mercado de los solares.
Caso extremo
Un caso extremo se produjo se pasado 27 de octubre, cuando la Constructora Lidón, de Luis Batalla, pagó 2.732 millones por un salor del Paseo de la Alameda próximo a la Avenida de Francia, que había salido a subasta por 1.252 millones de pesetas, un 118% por encima de su valor catastral. El solar admite una edificabilidad de casi 18.000 metros cuadrados, de modo que la repercusión del coste del suelo sobre el precio de la vivienda supera las 150.000 pesetas.
Fuentes del sector explican que los costes de construcción rondan las 80.000 pesetas por metro cuadrado, de modo que el constructor tendrá que vender las viviendas a un precio mínimo de unas 350.000 pesetas por metro cuadrado. De modo que un piso de 150 metros costará más de 50 millones.
Si el Ayuntamiento hubiera convocado un concurso para construir VPO en ese solar, el precio final sería de 137.000 pesetas por metro cuadrado.
Ana Noguera, portavoz del grupo socialista municipal, recordó ayer que la Constitución encomienda a los poderes públicos la regulación del suelo, 'un recurso natural limitado', para evitar que se disparen los costes y garantizar el acceso de cualquier vecino a una vivienda digna. Noguera lamentó que Rita Barberá y su equipo de gobierno 'hayan confundido los papeles' y actúen de hecho como un agente especulador.
'Las subastas rompen el precio de mercado y los precios de adjudicación se convierten en referencia para el resto de solares de la zona', explicó Noguera. 'El gobierno municipal promociona el negocio privado', sentenció, en lugar de ofrecer VPO.
Juan Soto, concejal socialista, presentó una estimación sobre la repercusión de la práctica municipal en el precio de la vivienda, que elevó a cerca de 35.000 pesetas por metro cuadrado. Así, el sobrecoste de una vivienda de 120 metros cuadrados debido a las subastas municipales supera los cuatro millones de pesetas.
Soto recordó que los precios de adjudicación de solares se convierten en referencia para futuras subastas y, por lo tanto, el aumento de los precios del suelo se produce 'en progresión geométrica'.
La escasa oferta de VPO y su concentración en barrios marginales provoca un segundo efecto perverso, porque 'desplaza del centro a las rentas más bajas', según Soto.
Noguera abundó en el mismo extremo y comentó que 'el Ayuntamiento no está para hacer caja'. Además, defendió que los ingresos son ridículos 'comparados con el coste social' que provocan. '¿Quién defiende al núcleo de población desprotegida?', se preguntó.
Muñoz, de la asociación de promotores, también expresó su rotunda oposición a las subastas de suelo municipal. Muñoz lamentó que los responsables municipales 'se llenen la boca' con declaraciones sobre el número de VPO que exigen en los nuevos planes de actuación mientras subastan los solares en los que podrían desarrollarlas.
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