Pujol cambia su Gobierno para catapultar a Mas

Pujol celebró ayer numerosas reuniones. Dos de ellas fueron especialmente significativas. Una fue con Mas, la otra con Triadú. Quizá preparando el terreno, el propio titular de Economía ya declaró por la mañana a Catalunya Ràdio que le parecía 'razonable' que Pujol decidiera crear la figura del conseller en cap. Con todo, ayer ninguno de los afectados mostraba sus cartas ni se refería a los cambios de Gobierno, sobre cuyos tempi había diversas versiones. En todo caso, hoy será una jornada en la que Pujol intentará que queden despejadas las incógnitas.

Para preparar el terreno, ayer ya le comunicó a Triadú su cese como consejero de la Presidencia. El nombramiento de Mas como primer consejero -tal como avanzó esta misma semana EL PAÍS- exige este relevo porque las funciones de Presidencia deben ser absorbidas por Mas para evitar duplicidades.

Sin embargo, Triadú es un hombre de la máxima confianza de Pujol, por lo que continuará en el Gobierno al frente del Departamento de Cultura, cuyo titular, Jordi Vilajoana, dejará el puesto para encabezar la candidatura de los nacionalistas a la alcaldía de Barcelona o será nombrado delegado de la Generalitat en Madrid para sustituir a Josep Gomis. El actual delegado de la Generalitat en Madrid pasará a presidir el Consorcio Químico de Tarragona, integrado por ayuntamientos, Administración autonómica y la patronal del sector. Como este hecho no se producirá hasta dentro de un par de meses, es probable que Triadú quede a la espera, según algunas fuentes, de que Vilajoana deje el cargo hasta que esté disponible para Gomis la presidencia del citado consorcio. Vilajoana, amigo personal de Mas -quien le situó como responsable de Cultura en el Gobierno de Pujol-, es también uno de los candidatos que se barajan para afrontar la batalla por la alcaldía de Barcelona, una perla que Convergència quiere sumar a su corona. Y ahora pondrá en ello más ahínco que nunca. CDC se lo plantea como unas auténticas primarias que tendrán lugar antes de unas decisivas elecciones autonómicas que pueden cerrar 20 años de hegemonía de CiU.

Colaborador de Roca

La crisis del Gobierno de Pujol, un año y tres meses después de su constitución, implicaría con toda probabilidad también el nombramiento de un nuevo consejero de Economía, cargo para el cual se apunta el nombre de Francesc Homs. Éste, de hecho, es el elemento, más destacable, aparte del promoveatur ut removeatur de Mas.

Homs fue diputado y portavoz de CiU en la comisión de economía y presupuestos en el Congreso. Fue estrecho colaborador de Miquel Roca y se entiende bien con el delfín, Mas, con el que ha colaborado desde que éste asumió la cartera de Economía. Homs dejó el cargo de diputado hace un par de años al recibir ofertas del sector privado -hasta ahora es presidente de Areas, empresa de servicos de autopistas- y ante las escasas perspectivas de poder situarse en las listas de Convergència i Unió a las elecciones autonómicas del año 2000. Con todo, Homs ha mantenido buenas relaciones con Artur Mas, y tampoco se ha siginificado como uno de los integrantes de Catalanisme i Progrés, la corriente crítica de Convergència Democràtíca.

La promoción de Mas, secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), a un puesto tan destacado ha creado malestar en las filas del otro socio de la coalición, Unió Democràtica de Catalunya, que ve totalmente perdidas las posibilidades de su líder, Josep Antoni Duran Lleida, para optar a la sucesión de Pujol.

Mas defendió ayer precisamente que CiU concentre en los próximos meses en 'una sola persona' todo el 'esfuerzo de liderazgo' de la coalición para poder enfrentarse con garantías al socialista Pasqual Maragall. Por ello, Mas juzgó 'razonable' que el presidente catalán, Jordi Pujol, opte por crear la figura del jefe de Gobierno.

Según Mas, si Pujol decide crear ese puesto, significará que el presidente catalán 'quiere ejercer su cargo de forma diferente a como lo ha hecho en los últimos 20 años'. En cualquier caso, Mas dijo que el hecho de que Pujol le pueda nombrar conseller en cap no tiene que hacer 'tambalear' las relaciones entre Convergencia y Unió, ya que cree que los democristianos tendrían que aceptar esta decisión. En este sentido, apuntó que 'en algún momento de los próximos meses se tendrá que concentrar en una sola persona todo el esfuerzo de liderazgo de la coalición'. Mas fundamentó esta argumentación señalando: 'Cuando te presentas a unas elecciones se presenta una sigla, una formación política, una serie de gente, y por encima de esto, una persona que la ciudadanía tiene que ver como una persona con toda la capacidad de liderazgo, con toda la potencia y con toda la fuerza'.

El dirigente de Convergència afirmó también que no tiene miedo de un hipotético enfrentamiento electoral con Pasqual Maragall, pese a que el líder socialista le supera en la valoración de los ciudadanos catalanes en todas las encuestas realizadas hasta el momento.