Manuel Barbadillo desvela su proceso creativo a través de 42 dibujos modulares

Manuel Barbadillo (Cazalla de la Sierra, Sevilla, 1929), el primer artista español que empleó el ordenador como instrumento de creación, ha permanecido fiel a sus formas modulares desde hace treinta años. El artista, que reside en Málaga desde que volvió de Nueva York a finales de los años sesenta, desvela por primera vez el desarrollo de su trabajo. Procesos. Intuición y método en la obra de Barbadillo es el título de la exposición que se inauguró ayer en la Fundación Aparejadores de Sevilla, comisariada por Juan Bosco Díaz de Urmeneta y José Soto.

'No nos interesaba montar una retrospectiva de Barbadillo; sino explicar de una forma didáctica su proceso creativo en el que lo fundamental es el ritmo. Lo importante en esta muestra son los dibujos, casi todos desconocidos para el público, salvo unos pocos que se colgaron en la antológica que se hizo en Málaga en 1995', comentó ayer el también artista José Soto.

La muestra, que podrá visitarse hasta el 31 de enero, incluye 42 dibujos de tinta china sobre papel de cuadrícula. 'Contrariamente a lo que hacen otros artistas que trabajan con ordenador, para Barbadillo el ordenador es un sirviente. Saca pruebas, las selecciona, trabaja sobre ellas; pero el resultado final no es puramente mecánico', explica Bosco Díaz de Urmeneta.

Manuel Barbadillo, que no pudo asistir a la inauguración por problemas de salud, comenzó cultivando el op art fruto de los años que vivió en Nueva York y evolucionó después hacia las formas modulares en blanco y negro. 'Su obra, aunque pueda paracer muy fría, contiene una buena parte emocional; pero, eso sí, pasada por la razón', añade Soto.