Inquietante trasiego de aviones

- Aviones sobre la Autónoma. 'Cuando veo a diario el constante trasiego de aviones sobre la Universidad Autónoma de Madrid pienso si aún no han podido diseñar una ruta de salida mejor que ésa', dice un lector que frecuenta este centro. 'Sobrevolar encima de miles de personas, cada dos minutos, durante casi todo el año, me parece algo arriesgado y, sobre todo, innecesario', sentencia.

- Instalen urinarios. 'No hay derecho a que los responsables del urbanismo madrileño no tengan en cuenta que las personas debemos satisfacer nuestras necesidades fisiológicas, sobre todo si tenemos ya cierta edad, y la búsqueda de alternativas a los urinarios públicos nos cuesta mucho trabajo', se queja un señor. 'Exijo que se tenga en cuenta ese hecho y que instalen urinarios en parques, jardines y espacios públicos. Es de justicia', añade.

- Ayudar a los inmigrantes. 'La mejor manera de ayudar a los inmigrantes es tratarlos de tú a tú, aunque con un puñado de amabilidad y cortesía', dice Ana. 'Lo peor que podemos hacerles es confundir a la mayoría de ellos con algún desaprensivo que no delinque por ser inmigrante, sino porque es delincuente', precisa. 'Conviene no olvidar, además, que, durante cuarenta años, muchos españoles se vieron obligados a vivir en el extranjero y que hoy pocos de ellos aseguran haber sido maltratados'.

- Discriminaciones por la edad. 'Les telefoneo muy enfadado porque veo que una de las discriminaciones más infamantes, prohibida de manera taxativa por la Constitución, es la que segrega a unos ciudadanos de otros por razón de su edad', señala Pedro. 'En unos casos, los discriminados son los mayores, como cuando las becas se adjudican, al 100%, a los menores de 25 años. En otros casos', continúa, 'la segregación se hace con los jóvenes, a los que, por ejemplo, se les cobran seguros automovilísticos más altos que al resto'. Y añade: 'Creo que es inadmisible que esto suceda. El sentido común señala que la mayor parte de las becas debe ir a los jóvenes, pero esto puede compatibilizarse con ampliaciones de estudios y con cursos otorgados a gente que quiera desarrollar, perfeccionar o reciclar sus conocimientos'.

- Conductores de ambulancias. 'El otro día leí una carta dedicada a los conductores de ambulancias', dice Carmen. 'La carta me conmovió, porque uno de ellos, con su velocidad y su maestría a la hora de conducir, me salvó la vida hace años, cuando tuve un tremendo accidente. Por eso', agrega, 'me fastidia mucho cuando alguien, en un transporte público, al ver pasar una ambulancia con la sirena encendida, dice con desprecio: '¡Ésos van vacíos; sólo quieren abrirse paso!'. No dudo de que no haya alguno que lo haga, pero la generalización es muy injusta'.

- Quiero verlos despegar. 'A ver si, cuando hagan el futuro aeropuerto, a alguno de sus diseñadores se le ocurre poner una terraza donde, gratuitamente, las personas puedan ver el despegue y aterrizaje de los aviones', pide Pablo, quien confiesa que quiere ser aviador. 'Ahora, para verlos en Barajas, tienes que dar un rodeo enorme. Y menos mal, porque antes era del todo imposible'.

- Programen las zanjas. 'Ojalá que con el cambio de milenio Madrid deje de ser la ciudad de las zanjas eternas y se convierta en la de la tecnología informática social', sugiere un lector. 'Una informática que permita programar las calas de las aceras, pensando no únicamente en los dueños de las compañías eléctricas, del gas o de las que cablean, sino en los ciudadanos de a pie y de a coche'.

- Aguaceros y sequía. 'Después de los aguaceros que han descargado sobre Madrid durante el mes de diciembre', señala una señora, 'no quiero ni oír hablar de sequía en un añito', bromea. 'No hay nada más angustioso que ese machacón lamento sobre la falta de agua, que no se debe al incumplimiento por parte del cielo, sino a la imprevisión de los que aquí mandan', añade.

- La boina sobre Madrid. 'El otro día paseaba por la Casa de Campo y vi sobre Madrid una masa grisácea muy preocupante', afirma Antonio. 'Por fin entendía lo que otros llamaban boina y yo no acertaba a ver. Es estremecedor que los madrileños respiren ese aire tan contaminado', añade.

- ¿Dónde están las aspas eólicas? 'No veo yo en la Comunidad de Madrid muchas aspas de las que transforman el viento en energía', dice Francisco. 'Pues no será porque aquí no sople el viento', razona, 'y, si alguien lo duda, que se remita a las últimas semanas'.