'Nadie puede darnos lecciones sobre cómo actuar contra el dinero de la droga'

Marc Forné, jefe de Gobierno y presidente del Partit Liberal d'Andorra, afrontará en los próximos meses la que se prevé como una dura campaña electoral, tras la que aspira a permanecer al frente del Ejecutivo por un tercer mandato. Forné viaja hoy a Barcelona para participar en los actos conmemorativos del Día de Andorra que debían celebrarse el pasado 14 de diciembre, fecha en la que fueron suspendidos a causa del asesinato a manos de ETA del concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Viladecavalls Francisco Cano. Forné asegura que en su país los bancos 'son muy cuidadosos'. Y remacha: 'Nadie debe darnos lecciones sobre cómo tratar el dinero de la droga'.

'No soy catalán, soy andorrano'. Con esta frase rechaza Marc Forné cualquier adscripción del pPrincipado pirenaico a eso que se ha dado en llamar Països Catalans. De ahí que las relaciones con la Generalitat de Cataluña se circunscriban, casi exclusivamente, a temas relacionados con 'la defensa de la lengua común', el catalán. Se están desarrollando, en este marco, 'programas informáticos de reconocimiento de voz y de traducción', que se ofrecerán a través de Internet. Andorra -país con 67.000 habitantes, de los que sólo 20.000 son andorranos- se ha incorporado también a la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que tiene en el principado 150 alumnos.

Desde la promulgación de la Constitución andorrana de 1993, que 'devolvió la soberanía al pueblo', señala Forné, las relaciones con España se desarrollan de Estado a Estado, es decir, entre Andorra la Vella y Madrid. Fruto de esta relación es, entre otros, el proyecto de rehabilitación del aeródromo de La Seu d'Urgell -mejora de los medios técnicos de ayuda a la navegación aérea, reasfaltado de la pista de aterrizaje y despegue, etcétera-. 'El proyecto, actualmente en estudio', dice Forné, 'exigirá una inversión de unos 3.000 millones de pesetas y tendrá un plazo de ejecución de dos años'. El aeródromo, una vez concluidas las obras, será gestionado por AENA. 'La mejora', concluye Forné, 'permitirá el aterrizaje de aviones de hasta 100 plazas y facilitará también el transporte aéreo de mercancías ligeras, algo de enorme interés para la competitividad comercial del principado'.

Con relación a Europa, Forné cree que hay que 'buscar alguna forma de integración'. En este sentido, la armonización fiscal resulta uno de los asuntos clave. 'La apertura bancaria, es decir, la progresiva ampliación de la proporción de capital que puede estar en manos de extranjeros, se debe ir aplicando a otros sectores e ir hablando de los impuestos directos , aunque la exigencia europea al respecto no es absoluta', señala el presidente andorrano.

Forné rechaza que se atribuya a Andorra la imagen de paraíso fiscal y se pronuncia en términos aún más enérgicos al negar que su país sea refugio para el dinero criminal. 'Nadie nos puede dar lecciones sobre cómo tratar el dinero de la droga. Los bancos andorranos son muy cuidadosos', señala. Y pone como ejemplo el llamado caso Caronte. 'Un banco andorrano dio la alarma, pero las personas implicadas estaban y fueron detenidas en España. Desde Andorra, pues, se descubrió y se denunció el caso, pero allí no ocurrió nada. Lo que no impidió que los medios de comunicación titularan: 'Descubierta en Andorra una operación de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico'. Y ya se sabe: un problema en un banco de Londres, por ejemplo, mancha sólo a ese banco; un problema en un banco de Andorra emborrona a todo el país'. Tampoco 'nos hace ninguna gracia', señala Forné, la presencia en Andorra de residentes fiscales, en alusión a conocidas personalidades del mundo del deporte y del espectáculo que han fijado su residencia en el principado pirenaico para optimizar su contribución al fisco.

El jefe de Gobierno andorrano asegura también que Andorra ha logrado acabar con el contrabando de tabaco desde 1998, año en que se promulgó una ley 'muy dura' al respecto. Ello no le impide reconocer, en cualquier caso, la participación de las autoridades y de la fuerzas de seguridad españolas en la resolución del problema. Forné no niega que aún pueda producirse cierto tráfico, pero asegura que es residual. 'En 1997', señala, 'había en el mercado andorrano 315 millones de paquetes de cigarrillos; en el año 2000, esa cantidad se ha reducido a una cifra que oscila entre 85 y 90 millones de cajetillas, una cantidad que está por debajo de lo tolerado por las autoridades europeas, es decir, 1,5 cartones por visitante'.