Palermo tuvo que cuidar durante dos horas a niños por su puñetazo
Dos horas charlando con niños y jugando al fútbol de una manera informal. Con este castigo tan original fue condenado Martín Palermo por el puñetazo con el que el futbolista argentino fulminó al paparazzi que intentaba retratarle junto a una bella joven en una discoteca de Punta del Este. Así lo decidió ayer un juez uruguayo, y la condena fue cumplida por Palermo al instante.
Así, el futbolista que acabó la noche del domingo conducido en un furgón oficial hasta una comisaría, pasó un par de horas de ayer en un hogar que aloja a niños abandonados realizando 'tareas comunitarias': a saber firmando autógrafos, regalando 12 balones y jugando con los chicos, además de al fútbol, al ping pong.
Palermo, procesado por 'tomarse la justicia por su mano con lesiones personales', tuvo que pagar una fianza de 8.000 dólares (1.400.000 pesetas) para no pasar la noche del domingo en prisión.
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