La justicia cierra el campo del Vasco da Gama
La justicia brasileña ordenó ayer el cierre temporal del estadio Sao Januario de Río de Janeiro, propiedad del club Vasco da Gama. El campo, que el sábado pasado albergó la final del campeonato de fútbol de Brasil entre el Vasco y el São Caetano, fue el escenario de una avalancha humana en la que resultaron heridos 168 aficionados. De no haber cedido la valla de acero que separaba el césped de las gradas, los muertos por aplastamiento se habrían multiplicado.
La intervención del segundo mayor estadio de Río -después del Maracaná- fue ordenada por el juez civil Moisés Cohen. Además, estableció que el Vasco da Gama deposite los ingresos que obtuvo por entradas para la final en una cuenta judicial. En la sentencia, Cohen determina que el estadio permanezca cerrado para cualquier evento público.
La final entre el Vasco y el São Caetano, interrumpida por la avalancha cuando iba 0-0, se repetirá finalmente, ya que así lo aceptaron ambos conjuntos.
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