El británico Cedric Price cierra el ciclo de 'arquitecturas silenciosas'

El ciclo sobre un conjunto de 'arquitectos silenciosos', dirigido por Javier Frechilla y José Manuel López-Peláez, ha presentado desde septiembre trabajos que encuentran dificultades para su difusión 'a pesar de tener una importancia capital en el desarrollo de la segunda mitad del siglo'. Hasta ahora se han expuesto proyectos de Konstantin Melnikov, Jean Prouvé, Candilis, Josic, Woods y Schiedhelm y Alison y Peter Smithson. Estaba programado terminar con Max Bill y los 50 años del ideal de 'la buena forma', pero se ha aplazado su presentación.

La obra del británico Cedric Price, que se expone hasta el 4 de febrero, encaja en los objetivos del ciclo al rescatar un proyecto que tuvo una gran influencia en los años sesenta y setenta, según se comprueba en el comienzo de la exposición. En una vitrina se muestran una treintena de libros y revistas, que ha aportado de su biblioteca el comisario de la muestra, el arquitecto Juan Herreros, de 42 años.

Junto a libros de Charles Jencks y Peter Cook aparecen artículos de Price en la revista del grupo Archigram y la portada de la revista Architectural Design, que en octubre de 1966 publicó un dibujo del arquitecto sobre el proyecto de Potteries Thinkbelt. También figura un artículo de Mariano Bayón sobre el mismo proyecto y año en la revista Arquitectura.

Cedric Price se graduó en 1957 por la Universidad de Cambridge y completó su formación en la Architectural Association (AA). Su trayectoria profesional se puede seguir en un panel en inglés al iniciarse el montaje realizado por el equipo José Ignacio Ábalos y Juan Herreros, autores, entre otros proyectos, de la planta de reciclado de Valdemingómez, la biblioteca de Usera, un edificio en la Universidad de Mérida y la casa de Luis Gordillo.

Price ha estado vinculado a lo largo de su vida a asociaciones de enseñanza, de la investigación y la tecnología, con una mayor dedicación a los ambientes académicos que al ejercicio ortodoxo de su profesión. En sus limitadas obras construidas figura el aviario del Zoo de Londres.

Juan Herreros declaró ayer que, durante su estancia en Madrid, Price hizo una defensa de las cuestiones todavía vigentes de Potteries Thinkbelt, así como de los materiales con lo que trabaja un arquitecto, como la movilidad, la energía y la educación. 'El proyecto tuvo una gran repercusión a finales de los sesenta, cuando Price se mantenía al margen de los grupos que querían liquidar el movimiento moderno. No aguantó bien el empuje del posmodernismo, pero ahora aparece en las grandes recopilaciones y se vuelve a estudiar en las escuelas'. En los 27 planos originales (del Centro de Arquitectura de Montreal) se resumen 'las propuestas más radicales de Price como arquitecto político y su compromiso con los problemas urbanos y sociales, al reconvertir una ciudad alfarera abandonada de principios de siglo, con su red de ferrocarril y hangares, en una estructura de educación para 20.000 estudiantes en el norte de Londres. Una industria nacional que sustituye a la que procede de la revolución industrial, con nuevas formas de habitar, viviendas singulares y paisaje urbano'.

El montaje sigue una línea Price 'de ligereza y no exaltación de lo tecnológico, sin diseño'. El visitante de ayer se encontró en un ambiente austero, sin calefacción y sin el tríptico que aporta información.