CC OO denuncia el derrumbe del techo en las dependencias del banco de sangre del Ramón y Cajal
El hospital Ramón y Cajal, en el distrito de Fuencarral, está remozando con un plan especial su fachada, pero necesita, a tenor de una denuncia de Comisiones Obreras, obras urgentes en el interior del edificio. El sindicato ha pedido a la dirección de ese centro hospitalario que ponga en marcha un plan urgente de sustitución de los antiguos techos de escayola por otros nuevos 'para evitar que se sigan produciendo derrumbamientos como los que ya se registraron el pasado año'.
Según el sindicato, el último de esos derrumbes ocurrió durante el pasado fin de semana, cuando se vino abajo un techo de escayola en una de las dependencias del banco de sangre. Afortunadamente, no había personal sanitario en el despacho siniestrado.
Según el sindicato, lo ocurido ahora 'no es un hecho aislado'. Hace dos años y medio se cayó el techo en el salón de actos y, a primeros de 1999, la techumbre en una habitación de una planta y en 2000 se desplomó el despacho de relaciones públicas.
Para evitar en el futuro esas situaciones, CC OO ha solicitado una reunión urgente del Comité de Seguridad y Salud del citado hospital con el fin de promover la adopción de las medidas correspondientes para garantizar 'la imprescindible seguridad de las personas'. Además, ante esta situación 'que no es nueva ni para los usuarios ni para los trabajadores del hospital', la Federación de Salud de CC OO de Madrid ha decidido ponerse en contacto con la Dirección Provincial del Insalud con el fin de recabar información sobre las medidas que piensa adoptar.
Por otra parte, el sindicato criticó que este hospital, construido en 1977 y sujeto a un plan especial para renovar su fachada, carece de presupuesto para acometer el plan de renovación de techos solicitado. Las obras en la fachada se acometieron tras detectarse 'algunos problemas en la fijación de elementos de las fachadas', según explicó en noviembre de 1999 el director del Insalud, Albino Navarro. Los trabajos se presupuestaron en 260 millones de pesetas. Albino afirmó entonces que en el centro había un servicio que revisa continuamente las instalaciones.
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