Repsol YPF incrementa el precio de la bombona de butano 174 pesetas de golpe

Repsol YPF controla la práctica totalidad de la distribución de butano en España (98%), por lo que los consumidores no tendrán más remedio que pagar la bombona de butano 1.309 pesetas a partir de hoy. Con el incremento de ayer, la petrolera, que también controla el 45% del mercado español de gasolinas, alcanza el aumento máximo que el Gobierno autorizó en octubre pasado. Entonces, Repsol YPF resaltó que a pesar de que el Gobierno había autorizado un incremento de 194 pesetas, la compañía sólo subía 20 pesetas la bombona. En aquél mes de octubre, la compañía se encontraba en el ojo del huracán por las fuertes protestas sociales por la escalada de los precios de los carburantes. Con el hecho de que la subida se haya dejado para enero se ha evitado su impacto en la inflación de 2000 aunque sí repercutirá en la de este mes.

El Gobierno, también bajo la presión de las protestas de octubre de 2000, aprobó una nueva fórmula para calcular el precio máximo de la bombona. El nuevo sistema incrementó en 17,4% el anterior máximo de 1.115 pesetas, fijado en octubre de 1999, y estableció la utilización de la media de las cotizaciones internacionales de los 12 últimos meses para el cálculo. El Ejecutivó argumentó que con la modificación de la fórmula se iban a evitar aumentos tan bruscos como el que se había producido en agosto de 2000, cuando Repsol YPF subió 182 pesetas la bombona. El mayor alza en pesetas de la historia.

Pese a la envergadura del incremento, la petrolera señaló que el aumento de la bombona de ayer es inferior al encarecimiento registrado por la materia prima, que desde agosto hasta finales de 2000 subió más de un 37% (hasta las 70,03 pesetas por kilo). Según los cálculos de la empresa, el coste por bombona se ha incrementado en 254 pesetas, impuestos incluidos. Con los nuevos precios, el coste en cada bombona representa el 72% del precio total, 'por lo que sólo queda un 28% para sufragar los gastos de comercialización, distribución y envasado', según fuentes de la petrolera.

Repsol YPF, también recordó que el precio de los gases licuados del petróleo (GLP) envasados siguen siendo los más bajos de Europa y señaló que el precio medio de la bombona en la UE es de 2.586 pesetas, en Francia de 3.100 y en Portugal de 1.851 pesetas.

Cepsa aseguró que por el momento no subirán el precio de su bombona de butano, por lo que seguirá comercializándola a 1.060 pesetas en los puntos de venta y a 1.115 pesetas a domicilio. Cepsa lleva sólo dos años vendiendo butano en Andalucía y ahora lo hace en Valencia, Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha.

Sin embargo, la segunda petrolera del mercado español con un 25% de cuota, decidió ayer rebajar dos pesetas el precio de las gasolinas súper y sin plomo a partir de hoy. El precio medio máximo del litro de la súper pasa a costar 144,9 pesetas y el de la sin plomo, 134,9. La de ayer fue la quinta bajada de Cepsa en el último mes. Sin embargo, al contrario que las veces anteriores, no incluyó una rebaja del precio del gasóleo, que permanece en una media de 125,9 pesetas por litro.

Fuertes críticas

El recorte de Cepsa atizó las críticas de la oposición y de las asociaciones de consumidores, puesto que confirma que Repsol YPF subió la bombona en un momento en que prácticamente todos los precios de los productos energéticos bajan. Ayer, el precio del crudo subió apenas a 24,30 dólares (43 centavos respecto al cierre del 29 de diciembre) a pesar de que Arabia Saudí ha propuesto un recorte de la producción en enero.

La secretaria de Consumo del PSOE, Isabel Pozuelo, calificó de 'escandalosa' la fuerte subida de la bombona. El portavoz adjunto de Izquierda Unida en el Congreso, Felipe Alcaraz, manifestó esta tarde que el 'subidón' de la bombona evidencia el 'fracaso del Gobierno en la contención de los precios'. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la Unión de Consumidores de España (UCE) acusaron a la petrolera de abusar de su posición de dominio del mercado del butano. José María Múgica, de OCU, afirmó que la subida 'atenta' contra las rentas más bajas. Jorge Hinojosa, de UCE, calificó de 'brutal' e 'injustificable' el incremento.