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Un hombre se entrega tras matar a su pareja en Torrelodones

Nueva vida en Madrid

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19 mujeres han muerto a manos de sus parejas en lo que va de año

La violencia contra las mujeres se ha cobrado una víctima más en la región. Ildefonso Romero Sanz, de 38 años, estranguló y apuñaló hasta la muerte sobre la una de la madrugada de ayer a su compañera sentimental, Noemí Navarrete, de 34 años, en la vivienda de ambos en la calle de Cayetano García, 14, del barrio de la estación de Torrelodones (11.100 habitantes). Ella, tras tres años de convivencia, quería terminar la relación, según ha corroborado una amiga de la víctima que compartía casa con ambos. La discusión terminó en un forcejeo y el hombre intentó estrangular a Noemí, pero, al no conseguir acabar con su vida, cogió un cuchillo de cocina y le asestó más de 20 puñaladas.Tras el crimen, Ildefonso se lavó, se cambió de ropa y echó a andar sin rumbo fijo por la carretera que une Torrelodones con Galapagar. En su camino se topó con una patrulla de la Policía Municipal, paró a los agentes y confesó. Ildefonso estaba tan aturdido que ni siquiera recordaba su dirección, pero les guió de vuelta a casa. Los agentes encontraron allí el cadáver desangrado de Noemí.

La relación sentimental entre Noemi e Ildefonso estaba en una etapa crítica, según explicó ayer Cecilia, una amiga íntima y compañera de piso de la fallecida. "Ya habían tenido una fuerte discusión el día de Nochebuena. Después, Ildefonso se marchó de casa y estuvo desaparecido dos días", añadió. Cecilia recriminó a Ildefonso lo ocurrido: "Cuando volvió a casa después de ausentarse todo ese tiempo sin dar señales de vida, le dije: 'En este piso no se puede entrar y salir como en un hotel".

Cuando el hombre se fue de casa, Cecilia aconsejó a Pocha (apodo cariñoso de Noemí) que era su oportunidad para abandonarle. "En ese momento le dije a Pocha que se marchara, que aprovechara para dejarle, pero no me hizo caso", comentó muy afectada. El supuesto agresor y su víctima compartían piso con Cecilia y otra mujer. La fallecida y Cecilia se conocían desde hacía años: "Eramos amigas íntimas, desde que vivíamos en Ecuador". Cecilia pasó la noche de ayer en Madrid. "Estuve con ellos en la tarde de ayer [por el jueves]. Me marché a Madrid a una fiesta de Navidad de la empresa en la que trabajo ahora. Aparentemente, todo estaba bien en casa, no les ví discutir antes de marcharme", aclaró Cecilia. La víctima deja un hijo, que vive en Ecuador con su abuela. Ildefonso tiene también dos hijos.

El agresor paró a una patrulla local y les dijo: "He matado a mi mujer"

Noemí e Ildefonso llegaron a Madrid el 12 de octubre, provenientes de Ecuador, para trabajar. Cecilia le recomendó a Noemí que hiciera la maleta y se viniera a Madrid, porque aquí iba a ganar más dinero que allá. Noemí tenía un hijo con otro hombre en Ecuador, pero lo dejó allí, al cuidado de su madre. "Quería venirse a España en busca de una vida mejor, para enviarle dinero a su familia", explicó ayer Cecilia.Noemí encontró trabajos esporádicos de limpieza en una vivienda y en el restaurante Capone, situado a unos 300 metros de su vivienda, frente a la estación de tren de Torrelodones. "La llamaba de vez en cuando, cuando necesitaba que alguien limpiara el local", explicó uno de los encargados del Capone. Ildefonso también encontró empleo como electricista. Trabajaba para una pequeña empresa de la zona y no tenía el permiso de residencia en regla.

La pareja vivía en un piso compartido con Cecilia y otra mujer ecuatoriana, Patricia. En lo que va de año, en España han fallecido 65 mujeres víctimas de la violencia doméstica.

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