Atutxa apuesta por un pacto PNV-PSE tras el sondeo que anuncia un empate en Euskadi

El presidente del Parlamento vasco, el peneuvista Juan María Atutxa, apostó ayer por un acuerdo de gobierno entre PNV y PSE como fórmula más viable para Euskadi. Su declaración coincidió con la divulgación de un sondeo del Ejecutivo vasco que establece esa fórmula como una de las posibles para dar estabilidad al futuro Gobierno, sin depender de lo que haga EH. La encuesta, en la línea de otras anteriores, anticipa un empate técnico entre fuerzas nacionalistas y no nacionalistas y graves dificultades para formar Gobierno en las actuales circunstancias. El PNV volvería a ganar, con el PP a corta distancia.

Juan María Atutxa cree que aunque existan obstáculos importantes (el PSE exige al PNV un giro profundo desde sus posiciones de Lizarra) el cambio en la secretaría general del PSOE puede facilitar "un arreglo" con los socialistas vascos. "Hemos estado durante muchos años en el Gobierno con los socialistas y, en mi opinión, el trabajo conjunto fue muy normal, y creo que deberíamos ir por ese camino", señaló en declaraciones a Radio Euskadi. El ex consejero vasco de Interior ni siquiera mencionó a Euskal Herritarrok (EH) como opción, y descartó explícitamente una posibilidad de gobierno con el PP.Por su parte, el diputado y miembro de la ejecutiva del PSOE Ramón Jáuregui, ex secretario general de los socialistas vascos, se pronunció en el mismo sentido al asegurar que no hay futuro en el País Vasco sin "la mezcla y el pacto" entre los partidos autonomistas y los nacionalistas.

La única fórmula que daría estabilidad al nuevo Ejecutivo vasco y garantizaría en la primera vuelta la elección del lehendakari sería, según una encuesta de intención de voto dada a conocer ayer por el Gobierno vasco, un acuerdo improbable entre el PNV y el PP, o la reedición de la fórmula que gobernó el País Vasco durante tres legislaturas, PNV-PSE. Entre ambos tendrían 39 escaños.

Fuera de ambas opciones o de un gobierno amplio de concentración, los resultados del sondeo, realizado entre el 27 de noviembre y el 15 de diciembre con entrevistas a 2.016 personas, dibujan un panorama político tan inestable y complicado como el actual. Aunque el PNV sería el ganador de las elecciones, se reduce considerablemente la diferencia entre nacionalistas (con EH, sumarían entre 36 y 39 escaños) , y no nacionalistas (entre 34 y 36), con IU (3) en tierra de nadie y con la posibilidad de inclinar la mayoría absoluta hacia uno u otro lado.

El PP, que ganaría entre dos y cuatro escaños (18-20 en total), y el PSE, que recuperaría dos (de 14 a 16) desbancando a EH como tercera fuerza, se quedarían a sólo dos de la mayoría absoluta. En este escenario, no muy distinto del actual y del anunciado por otras encuestas, lo que haga EH tiene gran trascendencia, pese a ser la fuerza más castigada, pudiendo perder tres o cuatro de sus actuales 14 escaños.

Su descenso podría impedir reeditar la mayoría absoluta nacionalista de PNV, EA y EH que permitió hace dos años la investidura de Ibarretxe como lehendakari, salvo que se uniera IU. No obstante, el principal impedimento para esa conjunción está en la imposibilidad de EH de desmarcarse de la estrategia terrorista de ETA, como le piden los partidos democráticos que firmaron también el Pacto de Lizarra. De seguir ausente EH de la Cámara vasca, permitiría al PP y PSE gobernar en minoría con entre 34 y 36 escaños, frente a los 28 que, en la mejor de las hipótesis, sumarían el PNV y EA (la formación de Garaikoetxea seguiría su lento declive y obtendría un escaño menos de los 6 que tiene ahora).