Maragall cuestiona la legalidad del método utilizado en Cataluña para convocar elecciones

El jefe de la oposición socialista en el Parlament, Pasqual Maragall, advirtió ayer al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, de que "no está claro", por razones jurídicas, que se puedan convocar otras elecciones autonómicas siguiendo el mismo esquema aplicado en los seis comicios realizados desde 1980. Los socialistas, que han solicitado un dictamen a varios expertos, exigen la aprobación en esta legislatura de una ley electoral propia para Cataluña que ponga fin a las dudas jurídicas y dé cumplimiento al mandato del Estatuto, ignorado en los 20 años de autogobierno.

Maragall, que ayer reunió por última vez en este año a su Gobierno alternativo, anunció que una de sus prioridades del próximo curso será abordar finalmente el debate para redactar una ley electoral propia. Cataluña es la única comunidad autónoma que no tiene una ley específica, a pesar de que su aprobación es un mandato del Estatut aceptado hace 21 años.Hasta ahora ningún grupo parlamentario ha hecho casus belli de esta cuestión, pero ayer Maragall dejó claro que está dispuesto a hacerlo al sembrar dudas jurídicas sobre el procedimiento utilizado hasta ahora y advertir de que el sistema debe cambiar en los próximos comicios para que no haya la posibilidad de judicializar los resultados. "Hay que hacer la ley electoral durante esta legislatura si se quiere una convocatoria ajustada a derecho", aseguró.

Las dudas jurídicas sembradas por Maragall se basan en un dictamen coordinado por el diputado del Grupo Socialista y catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma (UAB), Josep Maria Vallès, en el que han participado varios expertos. Desde 1980, todas las convocatorias de las autonómicas tienen como base la disposición transitoria cuarta del Estatuto, cuya aplicación mecánica en la actualidad provoca algunas paradojas.

Esta disposición, por ejemplo, utiliza aún el término de Generalitat provisional. También insta a convocar elecciones "en el plazo máximo de 15 días desde la promulgación del Estatuto [en 1979]".

Además, la disposición establece un reparto de escaños que hoy resulta contradictorio: de un lado, fija en 135 el número máximo de parlamentarios. Del otro, asigna a cada provincia un número de diputados en función de su población, que ha variado significativamente desde 1980. De acuerdo con el criterio de la disposición, Tarragona y Girona deberían haber ganado dos escaños cada una, lo que sobrepasaría en cuatro el número de diputados permitidos por la propia normativa.

Maragall volvió a comparar ayer las últimas elecciones catalanas con los recientes comicios en Estados Unidos al subrayar que en ambos casos no gobierna la opción política que obtuvo el mayor número de votos: él mismo en Cataluña y Al Gore en Estados Unidos. El dirigente socialista reclamó una ley electoral "congruente", donde gobierne el que tenga más votos y se combine la proporcionalidad y el derecho de todos los territorios a tener representación en el Parlament.

El dirigente socialista reunió a su Gobierno alternativo el mismo día en que lo hacía el Ejecutivo de Jordi Pujol, que hoy presentará su balance del año que acaba. En opinión de Maragall, la actuación del Ejecutivo catalán en el año 2000 ha sido "francamente pobre".

La reunión del Gobierno alternativo trató también la situación en el País Vasco y la ofensiva terrorista de ETA. Maragall emplazó a todos los catalanes a implicarse personalmente en la resolución del conflicto estableciendo "vínculos de solidaridad" con la sociedad vasca. "Los gobiernos solos no acabarán con el problema", afirmó el líder del PSC, quien instó a la sociedad civil a establecer lazos con las entidades vascas que ayuden a "dar oxígeno" a los ciudadanos del País Vasco.